Crecer envejeciendo: un problema de gestión biográfica (III)
Estilos de vida y actitudes ante el hecho de la educación
D. ENRIQUE POZÓN LOBATO.
Catedrático (jubilado)
Doctor en Ciencias de la Educación
“La vida, además de su vertiente biológica, es una empresa personal, una articulación entre el pasado (memoria); el presente (decisión); y el futuro (proyecto), que culmina con la vejez”
“La etapa de persona mayor ofrece una oportunidad de estudiar y de vivir lo que en otras épocas más jóvenes no pudimos, y así cambiar el rumbo de un proyecto de muerte por un proyecto de calidad de vida. Sin embargo, nuestra sociedad no está éticamente madura para comprender a las personas mayores como proyecto de vida. Deja muy poco lugar para los últimos años de vida. No importa que la persona siga saludable y en la plenitud de sus facultades intelectuales”
“La resocialización como segunda vuelta para el proceso de socialización, trata de encontrar nuevas maneras y nuevos espacios, una reapropiación de lo que hasta entonces era vivido como ajeno y extraño. En definitiva, es la adopción gradual o brusca de una”
Puntualizaciones ante nuevas realidades
La sociedad concede a las personas mayores mucho tiempo desocupado, pero no les da los medios materiales para utilizarlo. No sirve para modificar su posición social y ello es causa de un deterioro moral con perdida de la propia identidad personal. No existen reglas sobre qué actividades pueden dar respuesta. Por ello hemos de hacer una serie de puntualizaciones ante las nuevas realidades predominantes en el mundo contemporáneo. Hay que superar ciertos planteamientos mentales economistas, que consideran a las personas mayores como pasivas, que detraen bienes y servicios de la economía, sin aportar nada. La solución pasa porque se les asigne responsabilidades, estatus y prestigio social; la consideración social de que el ocio puede ser una actividad tan valida como el trabajo productivo; y reconocer que cada etapa vital necesita una preparación específica. Muchas de las personas al dejar sus actividades profesionales por edad, carecen de cualquier tipo de preparación para la nueva etapa. En este contexto nos encontramos con dos perspectivas diferentes que inciden en la conducta individual: el individuo y su historia; y el individuo y su presente actual.
Estilos de vida de las personas mayores
Cada sujeto atraviesa el proceso del envejecimiento de acuerdo con su biografía y posicionamiento personal. Podemos concretar, dentro de la diversidad, cuales son los estilos de vida de las personas mayores.
- De una actividad productiva a otra decadente, de rechazo como consecuencia de las disminuciones y discapacidades funcionales, viviendo en un mundo cerrado, falto de relaciones sociales. Esta tipología responde a personas mayores, necesitada de servicios sociales como consecuencia de sus limitaciones, siendo consumidores o receptores pasivos de bienes de escasa referencia cultural.
- De una actividad productiva al interés de conservar los roles familiares con las dificultades que supone adaptarse a las nuevas realidades del núcleo familiar. El disfrute de bienes materiales – salud y economía – por parte de la persona mayor, es condicionante de este estilo de vida.
- De una actividad productiva a una actitud participativa del mayor, preparándose y educándose para nuevos roles que le permitan su integración social, desafiando así los estereotipos que intenta definir a priori el envejecimiento.
- De una actividad productiva a otra creadora, de autorrealización, socialmente reconocida reflejada en un grupo minoritario ya que exige una alta posesión de bienes materiales, sociales y culturales.. Sus manifestaciones son la creatividad y el desarrollo intelectual, nuevos proyectos, actividades que no pudieron desarrollar con anterioridad. Cada día son más, las personas mayores que protagonizan un envejecimiento positivo, marcado por un afán de realizarse como personas en todos lo órdenes de la vida.
Actitudes ante el hecho de la educación
La variedad de estilos de vida descritos conduce a distintas actitudes o posturas de las personas mayores ante el hecho de la educación.
- De rechazo, al considerar que las personas mayores al no tener una proyección para el futuro, la educación no juega ningún papel. De una persona mayor nada puede esperarse.
- Participativa, concibiéndose la educación de las personas mayores como una actividad que se ofrece y consume para mantenerlas ocupadas y entretenidas, sin mas, en su tiempo desocupado. Tenemos la educación bajo un prisma consumista.
Motivaciones para aprender
Para superar la desconfianza, apatía o fatalismo para aprender a lo largo de toda la vida se necesita una actitud o posición consciente, responsable y comprometida de aprendizaje permanente frente al envejecimiento y a los cambios personales que trae aparejado.
Más que motivos extrínsecos – el reconocimiento, prestigio, poder -, lo que estimula a las personas mayores a participar en procesos educativos son de naturaleza intrínseca, – mejorar el nivel de su propia estima, enriquecer sus conocimientos, adquirir nuevas habilidades -. Satisfacción, adaptación a los cambios y avances tecnológicos.
En primera persona, como persona mayor, ofrezca su experiencia. Despreocúpese de aquellos que no la saben apreciar. Una actitud positiva y el convencimiento de que tiene que seguir adelante, es fundamental. Piense que debe continuar con su vida. Reflexione sobre cual desea que sea su papel tanto en las relaciones con otras personas como en el seno de la sociedad. Luche por alcanzar realmente el rol social que Vd. considera debe asumir. De esta lucha, repetida y mantenida, llegará a obtener un saldo en forma de un mayor respeto, del que se beneficiara, sin duda, en todos esos años que le quedan por vivir y disfrutar. Lo sociedad se beneficiará de su actitud. Y Vd., también.