¡Qué bonita es Pontevedra! Llegamos al Museo de Pontevedra, al Sexto Edificio, una mañana soleada y allí fuimos recibidos por los artistas Álex Vázquez y José Barreiro para visitar las exposiciones donde muestran parte de su obra.
El Sexto Edificio está emplazado en el solar que había ocupado la huerta de la Compañía de Jesús, detrás de la iglesia parroquial de San Bartolomé y del Edificio Sarmiento con el que se comunica.
Se trata de un edificio de reciente construcción que supone para el Museo de Pontevedra una ampliación de diez mil metros cuadrados dedicados a salas de exposiciones permanentes y temporales, talleres de restauración, auditorio con capacidad para doscientas cuarenta personas y cafetería.
Las obras de este nuevo inmueble se iniciaron en 2004 según el proyecto elaborado por los arquitectos Eduardo Pesquera y Jesús Ulargui, ganadores del concurso de ideas convocado por la Diputación de Pontevedra, que sufragó su construcción, para la que contó con la colaboración del Ministerio de Cultura y de la Consellería de Cultura.
Comenzamos por la exposición Acariñando o ceo de Álex Vázquez, con un guía de excepción, el propio artista.
Esta exposición es un recorrido cronológico que muestra obras significativas de cada una de las etapas de la extensa trayectoria de Álex Vázquez durante 45 años.
Álex Vázquez es pintor e ilustrador. En sus obras utiliza diversas técnicas, incluso la cera que usan los niños. Ha realizado proyectos gráficos y ha sido durante treinta años el ilustrador de Del Riego, colaborando en diez de sus libros; uno de sus proyectos comunes son las guías de Galicia y Portugal hasta el río Duero.
Álex Vázquez comienza a exponer al ganar el primer premio en una exposición colectiva, que le dio la oportunidad de una exposición individual y a partir de ahí se decidió a mostrar su obra. Va trazando su trayectoria pictórica partiendo del realismo de sus comienzos y quemando distintas etapas con notable valentía: Figura, retrato, marinas, paisaje urbano, hasta el informalismo de sus actuales creaciones; del neocubismo al romanticismo de los balcones floreados o el fulgor de una camelia hasta el paisaje abierto con una evolución hacia una pintura prescindiendo del pincel.
La pintura de Álex Vázquez es la luz, el color, el movimiento, La pintura por la pintura. El tema es lo menos importante, lo que busca es el concepto, la luz.
Ha ilustrado Ruta da pedra da auga con la ilustración botánica de las especies de la zona y continúa con el proyecto de ilustración del libro de Fernández Flórez El bosque animado que se presentará en una exposición entre pintura e ilustración en la Fundación Fernández Flórez.
Su colaboración con la Asociación de la Camelia, le ha llevado a realizar una obra más objetiva para plasmar la camelia. Para el congreso Mundial de la Camelia, celebrado en Pontevedra en marzo de 2014, ha realizado un trabajo didáctico sobre la camelia y la Ruta de la camelia en las Rías Baixas
Lo último realizado sin pincel es el camino que le gusta seguir ahora a Álex Vázquez, como él mismo comenta delante de su obra Mares “Rompiente”.
Según el propio artista: El cuadro para finalizarlo debe expresar lo que quiere el artista.
La exposición Santa María de Cela, un entorno máxico de José Barreiro, es una muestra antológica del artista, donde se reflejan las vivencias y andanzas del pintor, concluyendo en la actual etapa con las maravillosas vistas de las que disfruta desde la ventana de su estudio en el entorno mágico de Santa María de Cela en Bueu.
Barreiro hace escultura, cerámica, música, es grabador, diseñador, pinta, dibuja, disfruta de sus perros, gatos, gallinas y del vino de Cela; al que prometió invitarnos cuando lo visitemos en su estudio desde donde se contempla un paisaje único e inspirador.
En el catálogo de la exposición, Alberto Barciela define de una manera magistral la obra del artista cuando dice: en Barreiro hay un Velázquez y un Cézanne, y un Matisse, y un Picasso, y un Lugrís, y un Laxeiro, y un anónimo joven pintor de la Place du Tertre en Montmartre; hay un Borges, y un García Márquez, y un Cela, y un Castroviejo, y un Cunqueiro…hay música de Albinioni, letras de Carlos Gardel o de Cafrune, acordes de Paco de Lucía y también el gaiteiro de Soutelo de Montes. Todos concurren en una personalidad excepcional para incorporarse en una obra absolutamente singular. Esas inspiraciones las hemos sentido al recorrer la exposición.
Vigo, Buenos Aires, París, La Habana, Pontevedra, comparten espacio con Las Meninas, con Atardecer, Puesta de sol o Amanecer en Ons desde la ventana del estudio, con El Café Gijón, con Las cuatro estaciones de Vivaldi, con unos Jóvenes amantes…con las esculturas que son maquetas de futuras obras de mayores dimensiones y con las flores, objetos personales y los gatos que habitan en Santa María de Cela. La magia de la obra del artista brilla en la sala acompañada de célebres frases que a nadie dejan indiferente.
La exposición de Barreiro está llena de luz y alegría, refleja su admiración por los clásicos, el disfrute de la vida y la magia de un artista.
Ha sido un privilegio recorrer estas exposiciones acompañados de Álex Vázquez y José Barreiro, dos grandes de la pintura gallega contemporánea, genios universales; abriendo nuestros ojos y nuestra mente; acariciando el cielo en un entorno mágico.