AMULL · Icod de los trigos
Nuestra ruta comienza bien temprano en “La Finca de La Piedra” situada en el Camino Real que une La Orotava con Icod el Alto y continua por los barrancos de Castro y Ruiz llegando hasta el barrio de San José en San Juan de la Rambla y la Guancha.
LA PIEDRA
Finca grande con su pequeño Calvario en el lateral mirando hacia el Camino Real donde los transeúntes paraban haciendo un alto y descansando. Perteneciente esta finca a la familia Bethencourt y Castro cuyos tres hermanos mayores han hecho historia. Actualmente, abandonada pero es importante decir que esta finca de la familia Bethencourt y Castro fue utilizada para hacer experimentos agrícolas de medianías tanto en tintes como en cultivos.
LA PAPA BONITA
¿Como nació la Papa Bonita? Un pariente de los Bethencourt viajo al Perú y trajo de Los Andes semillas de Papas Andinas, que cultivaron con esmero y dedicación en la finca La Piedra….. dando lugar a lo que desde hace muchas generaciones conocemos como La Papa Bonita y que tanto apreciamos y comemos.
Seguimos nuestra ruta a pie por el Camino Real pero hacia el Realejo Alto, El mar y el cielo de un azul intenso y una pequeña brisa que nos ayudaba en nuestro caminar. Las vistas sobre todo el Valle espectaculares llegando a verse el pueblo más lejano Buenavista del Norte.
Pasamos por “La finca Casa Blanca” hoy rehabilitada y convertida en Casa Rural llegando más tarde al Colegio Nacional La Piedra donde asistimos a la exposición permanente de este colegio sobre costumbres y formas de vida de los siglos XVIII y XIX. Costumbres musicales, artísticas, vestimenta y de trabajo.
En este colegio se gestó entre los años 1970/1980 el colectivo “Los Alzados” siendo su principal valedora la profesora “Carmen Nieves Luis”, maestra de esta escuela y una gran emprendedora, que hizo con sus alumnos lo imposible para que las costumbres ancestrales no se olvidaran sino que quedaran plasmadas en algunos libros que ya han sido recopilados por este colectivo y editados.
Las personas que nos atendieron, en la sala de exposición, con videos de costumbres, cantos tradicionales y explicaciones habladas fueron los alumnos. Estos tenían como tarea, los fines de semana, ir a casa de sus vecinos, hablar con ellos principalmente, con los mayores de la casa sobre las “Costumbres de antes” es decir: cómo se vivía, cómo se divertían, cómo lavaban sin jabón, cómo cantaban, qué comían, y un largo etc, de preguntas.
Aunque la mayoría de los canarios creemos que los Guanches fueron completamente aniquilados y exterminados por los castellanos, hay que hacer constar que esto no es verdad. Hubo un colectivo Guanche que jamás se sometió y se retiró a vivir en los Altos del Realejo e Icod y a este colectivo se les llamo “Los Alzados”.
Mas tarde, se mezclarían con castellanos, por eso en esta zona hay aún descendientes de los Guanches. Este aspecto está comprobado ya que les han realizado las pruebas de ADN y se ha demostrado que tienen su ADN es de origen guanche.
Seguimos nuestra caminata, ya dentro del Realejo Alto nos dirigimos a la “Molienda del Gofio Mesa”. Aquí, muelen el gofio de forma tradicional tal y como yo lo recuerdo cuando era pequeña.
En su honor diré que fueron muy atentos con nosotros y probamos sus productos tradicionales como “Gofio amasado con almendras”, bizcochón de Gofio con pasas” … Todo exquisito.
Nuestra última visita fue a la exposición:
COCHINEROS DE ICOD EL ALTO
Fuimos atendidos por su presidenta, una joven muy agradable, hija y nieta de cochineros. Nos explicó con detalle la vida de estos Cochineros. Por cierto, una vida muy dura pero muy buenos negociantes.
Iban a caballo desde el Realejo Alto o Icod el Alto hacia los pueblos del sur como Fasnia, El Escobonal, Güimar y Arona. De norte a sur pasando por las cumbres del Teide. Hacían 8 ó 10 días de viaje, durmiendo a la intemperie, pasando calamidades etc. Fue una forma más de sustento y de mantener a la familia. Algunas veces llevaban a sus hijos de 8 años para que los acompañaran y aprendieran el oficio. Desde temprana edad ya los niños estaban en esto lares, También hacían amistades en el camino: personas que les daban cobijo o comida y terminaban siendo familia. En cada cesta llevaban de 8 a 10 lechones que quitaban a su madre al mes de nacer. A parte de su comida para poder subsistir estos días, llevaban comida para los lechones como cáscaras y otras viandas.
Es importante decir que la vida en Canarias y en especial en los pueblos del Norte de Tenerife sobre todo, los pegados a las faldas de las montañas, cambió a mejor a partir de 1965/1970.
Recuerdo ir con mi madre a estos pueblos en 1958, había mucha pobreza, la gente muy mal trajeada, su calzado era rústico y simple como unas lonas de tela cuya suela era de goma . Este calzado era el mismo tanto para hombre como para mujer. Los niños no estaban escolarizados, andaban por los caminos jugando y su aspecto nada tenía que ver a nuestros cánones de higiene y limpieza actual. Se les veía sucios, descalzos y con mocos… lo recuerdo perfectamente.
Hay que decir que todo ha cambiado, hemos ido evolucionando en el día a día, pero es vital que conozcamos nuestra historia y nuestras propias costumbres. Saber cómo se vivía antes en Tenerife nos ayudará a sentar las bases de nuestra propia cultura, nuestra idiosincrasia y podamos construir un futuro brillante para nosotros y nosotras y nuestras futuras generaciones.
Santa Cruz de Tenerife 22 de Noviembre de 2021
Fdo. Cristina Renee Katschner Bouza.
Socia de AMULL, Universidad de la Laguna
Fotos: Luis Francisco López de Vergara Méndez
Departamento de Comunicación AMULL