Este día fue especial por eso, por ser el último, no teníamos planeado nada para la tarde. La mañana nos respetó, no llovió, pero la tarde, ¡hay la tarde! Cuando salimos de comer nos recibió la lluvia. Se puede decir que la visita cultural de la tarde fue “La lluvia es arte en Santiago” pero no nos importó y disfrutamos de las ultima horas.