En la calle Real hubo durante muchos años un gran mural sobre A Coruña pintado por Lugrís, cubría una pared de una entidad bancaria el Banco Hispano Suizo, después de su cierre el local pasó a ser una cafetería. El mural sin protección de ningún tipo sufrió grandes deterioros, pero gracias a Abanca que financió su recuperación, restauración y traslado al lugar que ahora ocupa. Quedará expuesto al público permanentemente en el acceso a la sede del banco en nuestra ciudad por la calle Olmos.