Su respuesta fue tan contundente que me recordó El Quijote cuando Sancho le decía a su
Señor: “Mire vuestra merced…. que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino
molinos de viento”. Lo de “CHAPISTAS DE COCHES”, no es que lo pronunciase simplemente, le
salió de dentro de alma, sus ojos brillaron, sus manos señalaron el coche que estaba puliendo
con la seguridad de ser la única persona que conocía la verdad de los oficios y su clasificación.