Cuando admiramos los niños en nuestras ciudades paseando con sus madres en los parques jugando, a las salidas de los colegios, cuando entendemos que son nuestro futuro, la ternura que nos hacen sentir cuando nos acercamos a ellos, o el dolor que sentimos cuando algunas personas humanas, les hacen daño hasta causarles su muerte, o los someten a los abusos que nos parecen incompresibles, como podemos entender que se pueda interrumpir su proceso de gestación de la vida.