El turismo de salud es una tipología turística cuyos principales usuarios son personas de la tercera edad.
La población mayor acude a los establecimientos balnearios con el fin de curar y/o paliar las dolencias y/o
enfermedades que suelen aparecer especialmente a edades avanzadas (enfermedades del aparato
locomotor, respiratorio y de otra índole como estrés, distimias, profilaxis, etc.). Además de aguas
salutíferas eficaces, este colectivo busca la calidad en las infraestructuras y servicios que ofertan los
establecimientos balnearios y también en el entorno donde se encuentran estos. Su mayor nivel de
formación y conocimiento de la realidad les está llevando a demandar cada vez más ofertas culturales,
alimentos naturales y saludables, entornos seguros y con gran valor ambiental, al tiempo que poseen una
mayor conciencia social. La oferta y demanda asociada a este tipo de turismo constituye una alternativa
sostenible en tanto que las partes implicadas respetan y exigen ciertos criterios de sostenibilidad que no se
dan en otras tipologías turísticas ampliamente practicadas en España. En suma, este segmento turístico se
posiciona como una alternativa de turismo sostenible para los espacios rurales en los que se suelen ubicar
las estaciones termales. La investigación analiza cómo el turismo de balnearios es un turismo de calidad,
saludable y sostenible según los datos en relación a los termalistas de más de 65 años que han disfrutado
de alguna estancia en el balneario de Alhama de Granada (Granada, España).