A finales de 1998 comienza la construcción de la autovía del Cantábrico en el norte de España, del tramo que va de Caravia a LLovio con 11,6 Kms. y 4 túneles, finalizado y operativo en noviembre de 2002. Durante estas obras de construcción dos paleóntologos y geólogos les ha tocado vivir una extraordinaria experiencia con un descubrimiento científico de primera magnitud.