Alea jacta est querido Augusto.
Nos ha dejado Augusto y, desde CAUMAS, queremos recordar al que fue durante muchos años secretario general de la Confederación.
Se ha ido seguramente como hubiera querido, de repente.
Hombre polifacético, instruido y culto, con una sed de conocimientos que le llevaba a una actividad constante, intelectual y física, interrumpida el fatídico día que un derrame cerebral fue a visitarle.
A través de sus extensos escritos, sus aún más largas conversaciones, los
muchos momentos compartidos, frente a frente o a través de todos los medios a nuestro alcance, me dio la oportunidad de conocer a un hombre peculiar, comprometido con la sociedad y luchador por sus ideales.
Augusto no dejaba impasible a nadie, y a mí me conquistó. De él aprendí los entresijos del asociacionismo, del que era un gran defensor; “la unión hace la fuerza”, no se cansaba de repetir, siempre acompañando citas en latín o de célebres humanistas, que iluminaban el texto.
Echaré de menos su sabiduría, su lealtad y, sobre todo, su amistad.
¡Ave Augustus, amicorum te salutant!
Por Marina Troncoso, presidenta de CAUMAS