ELLOS SÍ QUE TIENEN LA DOBLE LICENCIATURA.
La de estudiar y la de vivir. Los estudiantes sénior tienen un plan, y no es el de Bolonia, sino el de seguir enganchados a la Universidad hasta que puedan. Reclaman un máster ya.
La motivación e ilusión de estos alumnos avanzados es digno de estudiar en Harvard. Será porque no hay presiones, no hay deberes o no hay exámenes, que parece que estos estudiantes no reciben tan bien el timbre que anuncia el final de la clase. Y para una generación que no creció pegada a una pantalla, el manejo de las TIC es algo que valoran por encima de todo. Solo hay que ver cómo entra Nuno a clase, iPad en mano luchando por conectarse a la wifi. «Es muy bueno porque nos obligan a utilizar la tecnología para los trabajos y a comunicarnos con otros alumnos de otras universidades», explica Luis de 59 años. Aquí no da corte la nota
De hecho, ya trabajan en uno de esos reencuentros. En el mes de abril acogerán a estudiantes de Italia dentro de un convenio bilateral que tienen en marcha desde el 2008. Entra la profesora de italiano en clase. ¿Ya chapurreáis algo? «Bambina y poco más», dice Nuno, que bien podía ser el icono de lo que representa la Universidad Sénior. Me dan ganas de volver mañana. Qué largo se me va a hacer de aquí a que me admitan.