La música ocupa un lugar central en la cultura humana. En los cumpleaños, en los funerales, en las bodas, en las marchas militares, en los ritos religiosos, en los mítines políticos… escuchamos música. La música forma parte de nuestra vida y por ello está unida a nuestras emociones. Incluso puede evocar un recuerdo en un determinado momento y hacer que fluya un sentimiento determinado.