Muchos pensamos que el hombre creo a Dios para suplir su ignorancia sobre la comprensión del universo, y en el camino de sus limitaciones, que tuvieron la osada soberbia de hacerlo a su imagen y semejanza.
Si se parte de la base de que el ser humano no puede vivir completamente aislado, y que nadie tiene el derecho a imponer a otros sus creencias; es obligación de todo ser inteligente, como compensación por haber llegado evolutivamente hasta aquí, estudiar las opciones para perfeccionarse a nivel individual, para que su propio enriquecimiento contribuya a mejorar la vida en sociedad.