BORRADOR DEL ANTEPROYECTO DE LEY DE VOLUNTARIADO
(2 DE DICIEMBRE DE 2014)
La Ley 6/1996, de 15 de enero, del Voluntariado, se ha visto desbordada por la realidad de la actuación voluntaria. Aprobada en un contexto diferente, presenta significativas lagunas y, en ocasiones, no responde adecuadamente ni a la configuración, ni a las dimensiones del voluntariado en los comienzos del siglo XXI.
Nos encontramos en una sociedad cambiante en la que el voluntariado vive simultáneamente dos procesos diferentes: uno de diversificación, por el que se diferencia, se fragmenta, se multiplica; y otro de institucionalización por el cual se concentra, unifica y converge. Porque, por un lado, la realidad con sus reclamos se encarga de diversificarlo, y por otro, la necesidad de una presencia pública, eficaz y coordinada, requiere unificarlo, ordenarlo, acreditarlo, en suma, como bien general.