Amistad en la red
Dos historias que demuestran que nunca es tarde para conectar con los demás
En un mundo donde las relaciones sociales también han dado el salto al entorno digital, las personas mayores no se quedan atrás. Cada vez son más quienes descubren en la tecnología una aliada para conocer gente nueva, compartir aficiones o, simplemente, sentirse acompañadas. Porque la amistad también puede comenzar con un clic.
Ana y sus cenas improvisadas con Cookpad
Ana, de 68 años, siempre fue buena cocinera, pero desde que se jubiló, su cocina se había vuelto rutinaria. Un día, su nieta le mostró Cookpad, una app para compartir recetas. Lo que empezó como una forma de inspirarse acabó convirtiéndose en una red de amistades. Ana comenzó a publicar sus propios platos y pronto varias personas le escribieron para pedirle consejos.
Así nació un pequeño grupo de cocina entre vecinos de su zona. Cada semana, comparten nuevas recetas y, de vez en cuando, organizan cenas en casa de alguno de ellos. Gracias a la tecnología, Ana redescubrió su pasión y ganó una nueva familia alrededor de la mesa.
Julián y el paseo que cambió su rutina
Tras la pérdida de su esposa, Julián, de 72 años, se sintió más solo que nunca. Un día, mientras buscaba información sobre actividades en su barrio, descubrió Nextdoor. Se registró sin muchas expectativas… pero se sorprendió al encontrar un grupo local que organizaba paseos matutinos para personas mayores.
Al principio fue solo a caminar, pero poco a poco empezó a conversar, a contar chistes, a compartir recuerdos. Hoy, no se pierde ni una salida y ha hecho un pequeño grupo de amigos con quienes también va al cine o al teatro. “Pensé que la tecnología era fría”, dice, “pero me ayudó a volver a calentar el corazón”.
Nunca es tarde para conectar
Estas historias no son únicas: cada día, miles de personas mayores en España descubren que las apps no son solo para los jóvenes. Con la actitud adecuada, la tecnología puede abrir nuevas puertas… y entre ellas, la de una amistad inesperada.