Presentación en la XI JORNADA FORO LIDEA del documento:
“Formación y Cultura a lo largo de toda la vida, claves para un envejecimiento activo y saludable”
Mesa presentación: Cristina Rodríguez-Porrero, Bartolomé Freire, Juan José García, Margarita Vallejo.
El Foro LideA ha presentado el 29 de noviembre el documento ‘Formación y cultura a lo largo de toda la vida, claves para un envejecimiento activo y saludable’, con el que se ha puesto de manifiesto la necesidad de todas las personas de prepararse culturalmente para enfrentarse a los problemas actuales. En concreto, señalan que “por muchos años que se vayan cumpliendo, esta formación tendrá que ser recibida a lo largo de toda la vida”. Esto es así porque “aunque el aprendizaje se deba proyectar desde edades muy tempranas, el derecho a continuar recibiendo una educación sin caducidad nos hará personas más reflexivas y analistas de los acontecimientos que nos rodean y con los que tenemos que convivir día tras día”, señalan en el documento, elaborado por Víctor López García (UDP), Elisa Nuez Patiño (CAUMAS) y Gonzalo Berzosa Zaballos (CEATE). “La educación que vayamos adquiriendo las personas mayores nos va a permitir entender, de forma positiva, el envejecimiento como un paso más en la vida y la cultura, así como un fármaco eficiente contra la exclusión social”.
Estas jornadas se iniciaron con una mesa inaugural moderada por Sonia García, del Grupo Senda Sénior. Contó con la participación de Juan José García Ferrer, Director General de Atención a los Mayores y a la Dependencia de la Comunidad de Madrid, que señalaba que “aún hay mucho trabajo por hacer” en las Aulas de la Tercera Edad, así como en los programas universitarios de mayores y el voluntariado cultural, ya que considera que “hay que revitalizarlos” y Margarita Vallejo Girvés, vicerrectora de Posgrado, Formación Permanente y Extensión Universitaria de la Universidad de Alcalá, una de las pioneras en los Programas Universitarios de Mayores, que habló de la formación permanente y cómo el perfil de los estudiantes mayores ha ido cambiando con los años. “Ahora hay muchos que ya tienen una carrera universitaria, o que no la tienen y quieren acceder a una mayor formación”, explicaba, con la siguiente consideración: que “si las universidades queremos dar una formación de calidad, no podemos olvidarnos de las personas mayores”. Señala además que una de las metas que tienen propuestas es que los mayores puedan acceder a titulaciones propias, no solo a cursos sueltos. Explicaba que la universidad puede ayudar a los mayores de muchas formas, como abriendo las actividades de los grupos de investigación a los mayores, a través del voluntariado universitario para mayores, y formando a los profesores para dar clase a universitarios mayores. “Desde mi experiencia, impartir simultáneamente clase a jóvenes y mayores es muy enriquecedor. No hay que separar, porque hay unas sinergias muy interesantes”, afirmaba. Destacaba a su vez que “también las personas jóvenes que quieren formarse en educación tienen la opción de hacerlo para transmitir los conocimientos a personas mayores”, y que cada vez más los mayores buscan formarse en las nuevas tecnologías.
Tal y como señala el documento, es necesaria la “adaptación a las nuevas necesidades y demandas de sus usuarios, consiguiendo ser referencia en su aprendizaje y socialización”. Al mismo tiempo es importante “facilitar la buena formación de los profesionales de la enseñanza, con orientación a nuevas técnicas pedagógicas que faciliten el entendimiento, el trato y la enseñanza de los adultos mayores”.
Bartolomé Freire Arteta, doctor en psiquiatría y escritor, incidía en la importancia de “introducir cursos que estimulen el autoconocimiento y el aprendizaje de lo que implica vivir una vida larga y con muchos cambios”, ya que “servirá de guía a los mayores ante los retos y las oportunidades de crecimiento personal”. Añadía que “cualquier programa educativo centrado en los mayores ha de tener en cuenta sus experiencias únicas de vida, el momento evolutivo que están atravesando, sus motivaciones y sus estilos de aprendizaje”.
Mientras tanto, Cristina Rodríguez-Porrero, coordinadora general del Foro LideA, recordaba que este 2022 ha sido declarado por la Comisión Europea como el año europeo de la formación y la formación continua. “Queremos ser líderes de nuestro propio envejecimiento”, para ello, consideraba que las personas mayores deben ejercer “un papel más activo en la generación de valor público”.
Mesa valoración: Gonzalo Berzosa, Elisa Nuez, Víctor López, José Manuel Azorín, José Luís Jordana.
El envejecimiento de la población como una oportunidad
El documento destaca el envejecimiento no como un problema, sino como una oportunidad. Y es que las personas mayores son actualmente un grupo más de la sociedad con circunstancias específicas, “como las tienen cualquier otro grupo poblacional”. “Hemos creado un estereotipo al relacionar a las personas mayores con problemas a raíz de haber definido las edades en tres tiempos concretos que formaban un continuo: formación, empleo, jubilación. Hoy ya no son tan determinantes y lineales, ni son la caracterización de la trayectoria vital de muchas personas”.
Por tanto, consideran que “es necesaria la adaptación de la sociedad al aumento de la esperanza de vida, a la presencia activa y comprometida de las personas mayores que requiere poner en valor la capacidad de aprendizaje de las personas de edad avanzada en una sociedad de cambios rápidos e inesperados”. Es necesario identificar en qué sociedad envejecemos, ya que hemos pasado de una sociedad en la que la vejez se vivía en la familia, a una en la que los mayores “desean seguir participando en la vida comunitaria, reivindicando la presencia activa en una sociedad de la que han sido artífices. Esto va a exigir que profesionales cualificados planifiquen programas socio culturales adecuados a las distintas trayectorias personales para garantizar el bienestar personal de la persona mayor y la adaptación a la vida socio-comunitaria”.
En la mesa de valoración del documento, moderada por José Luis Jordana Laguna, secretaria general de CEATE, participaron Gonzalo Berzosa Zaballos, presidente de NAGUSILÁN-Madrid; José Manuel Azorín Albiñana, presidente de EMANCIPATIC; Elisa Nuez Patiño, secretaria general de CAUMAS y presidenta de AUDEMA (Universidad de Alcalá); y Víctor López García, representante de UDP nacional, que destacó que “nunca se deja de aprender” y la importancia de formarse también en la salud y el envejecimiento.
Elisa Nuez Patiño señalaba que “aprendemos desde que nacemos, así que por qué no lo vamos a seguir haciendo en la edad adulta”. “La educación que vayamos adquiriendo las personas mayores nos va a permitir entender de forma positiva el envejecimiento, como un paso más en la vida y la cultura, y un fármaco eficiente contra la exclusión social”, añadía. Y es que considera que “la mayor inspiración que podemos tener las personas es un buen envejecer”.
“Aún queda mucho trabajo para hacer que el aprendizaje a lo largo de toda la vida sea considerado estratégico y fundamental en cuanto a derechos”, explicaba, para lo que sería necesario “desarrollar múltiples iniciativas en el medio rural que permitan la preparación plena de las personas mayores, con la integración a la vida cultural y social de su comunidad, sin dejar de lado la brecha digital”.
Mesa de clausura: Marina Troncoso, Santiago G. Carrero, Alfredo Pastor, Inmaculada Ruiz, Pedro Pomares.
Por último, la mesa de clausura estuvo moderada por Pedro Pomares, representante de SECOT. En ella participaron Inmaculada Ruíz, presidenta de UDP; Marina Troncoso, presidenta de CAUMAS; Santiago G. Carrero, vicepresidente de CEOMA; y Alfredo Pastor Ugena, vicepresidente de CEATE.
“Cuando llega la jubilación parece que es el final de algo, pero no es así”, recordaba la presidenta de UDP. “Es el final de la vida laboral, pero es el principio de otra vida, de realizar sus hobbies, ilusiones y sueños. Y en cierto sentido tenemos derecho a seguir realizándonos a pesar de la edad”.
Por su parte, la presidenta de CAUMAS. Marina Troncoso, insistía en la necesidad de que haya “más ofertas de formación para las personas mayores, con mayor calidad académica y con reconocimiento y apoyo de las universidades”, así como “una formación no reglada más accesible, sobre todo en el medio rural”. Igualmente, el vicepresidente de CEATE señalaba que mientras sigamos aprendiendo, “no tendremos nunca miedo a la vejez”.
El Foro LideA destaca el derecho de los mayores a recibir “una educación sin caducidad”. Uno de los principales objetivos de este foro es fomentar entre los mayores “el seguir formándose, adquirir y desarrollar conocimientos en los campos de las ciencias humanas, sociales, económicas, así como en las nuevas tecnologías, ya que nos van a permitir ser protagonista de nuestra propia vida, con el disfrute de una autonomía plena”, y “desarrollar la educación permanente sin límites de edad, ni de educación previa, ni de ubicación socioeconómica, permitiendo a las personas mayores que organicen su tiempo en favor de un enriquecimiento personal, lejos del paternalismo y prejuicios habituales y consiguiendo disfrutar de un envejecimiento activo”.
El Foro LideA es un foro de diálogo y reflexión formado por 11 organizaciones de la Sociedad Civil (de personas mayores, empresariales, tercer sector y científicas), que colaboran para “impulsar el liderazgo de las personas mayores en la sociedad”, y lo hacen desde “la diversidad y una estrategia común”, proponiendo cambios estructurales basados en la opinión y participación activa de y sobre las personas mayores.
Fuente: Noticia de 65ymás
Autora: María Bonillo, periodista.