Momentos (56)
Releer a Marías. Tengo en mis manos el libro de Javier Marías Cuando fui mortal. Es una recopilación de cuentos escritos publicado en 1996. Un libro de tapas duras, con brillo y una portada sugerente. Las hojas, recias, casi toscas se pegan a los dedos cuando las hago pasar con el pulgar de mi mano, y desprenden el aroma cálido que absorbieron cuando fueron leídas hace ahora veinticinco años. Quien me lo ha regalado tenía entonces cuarenta y siete años.
Con esa edad, el alma, igual que el cuerpo, está en carne viva. Y la lectura de Marías, supongo que escocía. Menos mal que siempre estaba el corazón para unir, con sus sabias razones que dicen tiene este órgano del cuerpo, el dolor de las heridas del alma con el deseo desbocado del cuerpo. ¡Un misterio de las leyes de la Naturaleza y del Universo!
Las hojas del libro están ribeteadas de un tono amarillento como una aureola dorada, e intento encontrar en alguna de ellas las huellas de los dedos largos que las pasaban con mimo o con presteza, saboreando lo leído en ellas o persiguiendo la continuidad de un relato apasionante. Tal vez, los restos de una lágrima desprendida de sus ojos verdes impregnaron las líneas y desenfocaron las letras cuando lo leía. Un suspiro, un sobresalto quedaron engarzados en lo más intrincado del cosido de las hojas del libro.
Todo esto lo he recibido con este regalo, a mis setenta y cuatro años. Cuando el alma, y sobre todo el cuerpo, apenas tienen ya espacio y fuerza para recoger cuanto contienen los libros. ¡Qué tarde has llegado a mi vida, Javier! Mis deseos encallecidos, mi pensar torpe, mi imaginación tardía y a destiempo y desordenada. También esto me perdí en mi juventud sacrílega.
Y voy a releer Berta Isla. A pesar de que, cuando terminé de leer la novela, maldije al escritor por no haber seguido con más ahínco al personaje palpable y palpitante de Berta. En su siguiente libro, Tomás Nevinson, de una literatura suprema, en un momento del relato reaparece Berta -¡maravillosa mujer!-, serena, plena, para recoger los restos del náufrago Tomás, y ser el asidero del agente Centurión. En este reencuentro echo en falta que Marías no pregunte por la estupidez de los hombres, por su ceguera, por el egocentrismo del hombre. De muchos, al menos. Tal vez hubiera sido el tema de su siguiente libro. Así expresan los últimos párrafos de su último libro cuando el prepotente Tomás le dice a Berta que él no va a desaparecer más…”a no ser que la que se vaya seas tú”. Berta responde: “Eso puede ser. Podría ser”. ¡Maravilloso!
Luego está su novela Corazón tan blanco, de comienzo espeluznante, y en la que Marías pone en boca de uno de los protagonistas una pregunta terrible: “¿y ahora, qué?”. Habla de ese momento en que la apatía, la habitualidad, el frío inclusive, invade un matrimonio constituido en un consenso social de “buenas prácticas”. El escritor va enhebrando episodios, personajes interpuestos en diferentes tiempos y en diferentes espacios, desnudando almas y vistiendo excusas, ensombreciendo las vidas de los protagonistas con las dudas y las sospechas. Y la huida a través de la insinuación, los celos, el odio.
Desde que me invitaron a leer a Javier Marías –gracias por descubrírmelo- no he conseguido despegarme de sus párrafos insinuantes. Siempre encontraba a alguien a quien quería encontrar, a mí mismo, que me desconocía. Y muchas veces he tenido que cerrar el libro y huir. O escribir, como lo estoy haciendo ahora, llamar, pasar alguna noche en vela, borrar… Y en la lectura de todos sus libros repetirme “algo hermoso te has perdido en tu vida”.
No es fácil recomendar la lectura de los libros de Javier Marías, si no conoces su sensibilidad, si no sabes de su fortaleza mental como para no caer enredado en sus intrincados relatos. Al mismo tiempo, acertarás si le gusta la literatura, la redacción exacta de los personajes que hace intervenir, la trama bien construida y llevada con armonía y sorpresa.
Releer a Marías… y saborear el regalo de un libro.
Septiembre 2022
Jesús Jáuregui Gorraiz
Socio de AULEXNA, miembro de la Gestora
Universidad de Navarra