La humanidad está experimentando una revolución de longevidad donde la esperanza de vida de las personas aumenta cada vez más. Es un hecho que vivimos más años y como consecuencia, una proporción muy significativa de la población mundial son personas mayores. Este cambio demográfico tiene importantes implicaciones a la hora de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se proponen en la Agenda 2030 para erradicar la pobreza, asegurar la prosperidad de todas las personas en las generaciones presentes y futuras y reducir las desigualdades a través del desarrollo sostenible.
El cumplimiento de los ODS implica un compromiso con la promoción del envejecimiento saludable ya que es un elemento esencial si queremos garantizar que todas las personas tengan vidas dignas, plenas, seguras y saludables. Además, los ODS promueven el bienestar, el logro de la igualdad de género y la reducción de las desigualdades, la transformación de las ciudades para que sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, y la adopción de políticas que fortalezcan las capacidades de las personas mayores y fomenten su independencia y autonomía.
La OMS lidera y coordina la Década del Envejecimiento (Saludable 2020-2030) para fomentar el envejecimiento saludable en torno a todos los ODS, en colaboración con los Estados Miembros y los distintos socios nacionales e internacionales.
La Década de Envejecimiento Saludable 2020-2030 fue aprobada por los estados miembros de la OMS en el año 2016 y comienza en octubre del año 2020. (Boletín de octubre de 2019, de HelpAge España).
¿Qué es el envejecimiento saludable?
El envejecimiento saludable es el proceso de desarrollo y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. El envejecimiento saludable consiste, en definitiva, en mantener la capacidad funcional que nos permite hacer las cosas que queremos hacer y valoramos. Esto significa preservar nuestra capacidad física y mental a medida que envejecemos y hacer cambios en nuestros entornos (vivienda, transporte, espacios públicos, etc.) para que sean accesibles y apoyen a las personas mayores y sus diferentes necesidades y capacidades.
Las acciones para fomentar el envejecimiento saludable pueden ayudar a abordar las desigualdades y garantizar que las personas mayores envejezcan de manera digna y segura en un lugar adecuado para ellas, que estén libres de pobreza, que puedan continuar desarrollándose personalmente y que puedan contribuir en sus comunidades mientras mantienen la autonomía y la salud.
El envejecimiento saludable ayudará a construir sociedades que sean cohesivas, pacíficas, justas, seguras y sostenibles.
El desarrollo sostenible es la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Para alcanzar este tipo de desarrollo y garantizar el bienestar de las personas y de las sociedades es fundamental armonizar los siguientes elementos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente.
La capacidad funcional comprende las capacidades que permiten a una persona ser y hacer lo que es importante para ella. Hay cinco dominios clave de la capacidad funcional, que los factores ambientales pueden ampliar (o restringir). Estas capacidades son: satisfacer las necesidades básicas; aprender, crecer y tomar decisiones; tener movilidad; establecer y mantener relaciones, y contribuir a la sociedad.
La capacidad intrínseca es la combinación de todas las capacidades físicas y mentales de una persona e incluye su capacidad de caminar, pensar, ver, oír y recordar. Distintos factores influyen sobre la capacidad intrínseca como la presencia de enfermedades, los traumatismos y los cambios relacionados con la edad.
El entorno comprende el hogar, la comunidad y la sociedad en general. En el entorno se encuentra una serie de factores que abarcan el entorno construido, las personas y sus relaciones, las actitudes y los valores, las políticas de salud y sociales, los sistemas que las sustentan y los servicios que prestan.
Tener la posibilidad de vivir en entornos que apoyan y mantienen la capacidad intrínseca y la capacidad funcional es fundamental para el envejecimiento saludable. La capacidad funcional se compone de la capacidad intrínseca de la persona, las características del entorno que afectan esa capacidad y las interacciones entre la persona y esas características.