Tercera visita al Museo del Prado
Velázquez
Los días 21 y 22 de noviembre un grupo de asociados a AMAG nos desplazamos a la capital de nuestro país para visitar el Museo del Prado y disfrutar el ambiente cultural, comercial y social de esa ciudad. Bien temprano, en el fresco amanecer otoñal, partimos hacia nuestro destino a donde llegamos al borde del mediodía tras una breve parada en la inmensa llanura manchega. Los responsables de AMAG habían elegido para nuestra estancia el Hotel Mediodía, elegido con acierto ya que es un establecimiento situado en un vistoso emplazamiento, a Glorieta de Carlos V, y muy bien comunicado ya que tiene literalmente “en la puerta” todos los medios de transporte público de la capital. La llegada al hotel tuvo ya su anécdota inicial cuando el personal de recepción observó con sorpresa que el “grupo de universitarios de la UJA” peinaba canas, con suerte, en su mayoría. A la pregunta de la recepcionista de si todos éramos universitarios, Juan Manuel Arévalo dio fe de ello para asombro de la dama. Así es que sabed que, a ojos de algunas personas más jóvenes, somos “rara avis”, de lo cual, por supuesto, nos sentimos muy orgullosos.
Debido a las normas del Museo del Prado la visita se realizó en dos grupos, uno en la tarde del martes 21 y otro en la mañana del miércoles 22. Mientras el primer grupo realizaba su visita con la experta guía de José María Badía, el resto de los viajeros paseó y disfrutó de los encantos de los mil rincones de la ciudad. La ciudad lucía un bello aspecto ofreciendo toda la paleta de colores del otoño. El segundo grupo acudió a su cita con el arte del museo a la mañana siguiente. El protagonista de esta visita ha sido el pintor sevillano Diego Velázquez. Se recorrieron paciente y minuciosamente las salas que exhiben las obras de este genio de la pintura. La grandeza de su arte, la belleza de su colorido, la sensibilidad para el retrato… nos impresionaron una vez más. Pero no cabe duda de que esta sensacional visita no habría sido igual si no hubiésemos contado con la asistencia de nuestro ya habitual guía José María Badía, un giennense afincado desde hace años en Madrid, un enamorado del Museo del Prado y un auténtico experto en pintura.
Su profundo conocimiento de la vida y obra de Velázquez, conocimiento que nos trasladó con entusiasmo, cargado de observaciones pictóricas, plagado de datos de las obras expuestas y, además, de las circunstancias históricas, sociales y artísticas de la época hacían que sus explicaciones fuesen interesantísimas, amenas, cautivadoras y llenas de vida. José María Badía puso todo su inmenso conocimiento, toda su pedagogía de profesor experto, todo su entusiasmo de docto conocedor a disposición de los que tuvimos la suerte de escucharlo durante más de dos horas completamente cautivados por su magnífico hacer expositivo.
Reitero que la visita sin su colaboración no habría sido ni la mitad de grata ni de instructiva. Como no podía ser de otra manera, la directiva de AMAG, en nombre de todos los asistentes a ambas visitas, le mostró nuestro agradecimiento con unos obsequios. Tras la visita al museo los viajeros dispusimos de unas breves horas para disfrutar y completar la estancia en la ciudad con las actividades que cada uno estimó más oportunas según gustos e intereses. A media tarde iniciamos nuestro regreso a Jaén satisfechos de lo vivido y agradecidos a AMAG y a su directiva por la actividad llevada a cabo, y con el firme propósito de volver el año próximo para continuar disfrutando del goce de la cultura y la compañía de los que integramos esta Asociación.
Jesús S. Vivó Palomares
Socio de AMAG
Universidad de Jaén