La Universidad del siglo XXI
La Universidad, cuyo objetivo es formar ciudadanos con mentalidad abierta, espíritu crítico, conciencia ética y compromiso cívico, debe adaptarse a los cambios que están surgiendo en la sociedad a la que pertenece, integrándose en ella con actuaciones y acciones para asumir los retos y desafíos que la sociedad del siglo XXI le plantea y avanzar hacia una sociedad más justa, equitativa y sostenible durante las próximas décadas.
Dentro de esos cambios y adaptaciones figuran los Programas Universitarios de Mayores (PUM), necesitados de una identidad propia, unos criterios comunes y una aplicación correspondiente a las demandas de las personas mayores. Ahora están carentes de una exigencia académica, de una continuidad y finalidad determinadas. Es necesario un debate entre los organismos e instituciones responsables, en el que intervengan los alumnos representados, para actuar sobre las inquietudes y las necesidades de los estudiantes sénior en la nueva sociedad del siglo XXI.
La Universidad tiene un papel fundamental a desarrollar, revisar la formación de las personas mayores, dentro de un marco legal y administrativo para la plena integración de los alumnos mayores y sus programas formativos. En pocos años, la Universidad, dejará de ser monopolizada por los jóvenes, deberá hacer frente al protagonismos de las personas adultas y mayores con un aprendizaje permanente. Debe poner a disposición de las personas, sean mayores o jóvenes, toda su estructura formal.
Un reconocimiento oficial por parte de la Administraciones Públicas, pasando de una situación de voluntariedad a una de imperativo legal, supondría financiación efectiva y una continuidad garantizada de los PUM.
Las generaciones que se acercan a la edad de jubilación son diferentes de las que les preceden, tiene un nivel de formación más elevado, lo que llevará a una mayor exigencia cuando decidan participar en los PUM. Es necesario un modelo de aprendizaje autodirigido por decisiones participativas de las personas mayores en su condición de alumnos.
Estamos en la segunda década del siglo XXI y estos cambios no deben estar solo sobre papel, tienen que ser puestos en práctica en la Universidad del siglo XXI.
*Conceptos que se reflejan y desarrollan en el Libro Blanco De CAUMAS
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Junio 2018



































