Presencia de los mayores en la sociedad del siglo XXI
Entre la sociedad civil y las instituciones, cada día el vacío es mayor, y las personas mayores no están suficientemente representadas; a esto se añade la falta de participación de la sociedad en general en la Res pública, debido a la democracia representativa, a la que se le ha concedido un lugar primordial después de la II Guerra Mundial y que, a nosotros (los adultos mayores actuales españoles), nos llegó en 1975, modernizando con la Constitución nuestro sistema democrático. En estos momentos de crisis -no solo económica, también de valores éticos- nos preguntamos: ¿Qué hacer para salir de la crisis con las dificultades actuales? Es tiempo de reaccionar ante la crisis actual y de construir una democracia de participación, más madura; para lo cual hay que dar paso y espacio participativo a las Personas Mayores con formación, experiencia profesional y mucho talento. Los adultos mayores deben “estar activos” y presentes en la toma de decisiones, para colaborar en la búsqueda de soluciones y respuesta a muchos interrogantes que, en estos momentos, invaden a nuestra sociedad.
El término “actividad” aplicado al envejecimiento, ha ido evolucionando. En Estados Unidos, en los años 80 del pasado siglo, surgió con la forma de “envejecimiento productivo”, considerando cualquier actividad realizada por una persona mayor, produciendo bienes y/o servicios y desarrollando la capacidad para producirlos, tanto si es remunerado económicamente o no.
El concepto europeo de envejecimiento activo se ha centrado en un número mayor de actividades distintas a aquellas asociadas a la producción, resaltando la participación y la inclusión de las personas mayores como ciudadanos de pleno derecho. “Se ha añadido años a la vida y ahora debemos añadir vida a los años”.
Según palabras de D. Enrique Pozón Lobato: las personas mayores están catalogadas como una categoría independiente, separada como grupo. Y, a la que la sociedad le administra su bienestar y diversión, actuando como cuidadores. Los mayores están más tutelados que respetados, más dirigidos que orientados, recibiendo trato de favor que les hace perder autonomía, aportación, responsabilidad, exigencias, obligaciones y compromisos.
Esta situación conduce a que las personas mayores no tengan su parcela en los diversos espacios sociales, como en el marco de la cultura contemporánea o en la participación de toma de decisiones; y en CAUMAS trabajamos para que los programas universitarios de mayores ayuden a romper esta tendencia, iniciando un nuevo proceso en el siglo XXI, con una formación a lo largo de toda la vida, que ponga en valor el talento, el conocimiento y la experiencia de los mayores adultos.
La verdadera sabiduría no lo otorga un título, sino lo que haces con lo que has aprendido a lo largo de la vida.
Septiembre 2019