Emprendimiento Sénior
Lejos quedan los días en los que una persona al jubilarse solo pensaba en descansar y olvidarse, cuanto antes, de su pasada vida laboral. Lejos quedan también esos puestos de trabajo garantizados por casi toda una vida. Lejos queda también vivir en la zona de confort.
En los tiempos que corren, los seniors difícilmente llegan, activos laboralmente, a la edad de jubilación. Por parámetros económicos y empresariales, vemos cada vez más habitual un final de la vida laboral en el entorno de los 52 años, y esta tendencia implica que es prácticamente imposible, conseguir un empleo por cuenta ajena a partir de los 50, salvo raras excepciones.
Este cambio de modelo laboral está llevando a que un buen número de trabajadores deban de plantearse cómo afrontar ese último tercio de su vida laboral e incluso, en algunas ocasiones, y por razones de necesidades económicas, una etapa que trascienda la actual edad de jubilación.
Esta perspectiva da como resultado lógico, el que los ciudadanos reflexionen y se planteen el trabajo, desde la vertiente de la consecución de los recursos económicos precisos para vivir, de un modo menos monolítico que en tiempos pasados, dando entrada al concepto de “trabajo por cuenta propia”, lo cual implica una serie de cambios relevantes entre los que, la capacidad para emprender, la autoformación, el teletrabajo, la movilidad, la integración digital… van a ser determinantes.
Toda situación de cambio es traumática, máxime si no es deseada y esperada, de ahí la importancia de ir por delante, prever, planificar y prepararse, frente a esperar y sufrir decisiones ajenas e inesperadas que suelen provocar graves trastornos psíquicos, de ámbito familiar y social, de autoestima, de aportación a la sociedad…
Los seniors tienen que ser conscientes de los valores que atesoran, después de un número relevante de años vividos, y no dejarse llevar por argumentos banales y sin fundamento sobre su escaso valor social y empresarial. El conocimiento atesorado a lo largo de su vida laboral, la experiencia en afrontar situaciones difíciles, las relaciones personales generadas, la capacidad de análisis y reflexión… son algunos de los valores que se tienen y que siempre se pueden poner en valor para afrontar un reto profesional propio.
El Emprendimiento Senior es un término que está cada vez más en boga y es la capacidad que todos tenemos para construir nuestro propio futuro, aprovechando nuestras capacidades, conocimientos, experiencia, relaciones… y poniendo todo ello al servicio de una idea de proyecto de vida, para lo cual se requerirán una serie de aditivos, pero que no son lo más relevante, porque lo principal es la Ilusión, el deseo y la perseverancia, y esos valores son los que atesoramos los seniors después de las trincheras en las que hemos tenido que combatir a los largo de nuestras vidas.
El conocimiento vuelve a ser una pieza clave en esta nueva etapa, máxime en el área digital, debido a su relevancia en infinidad de facetas, que nos afecta tanto en la parte personal, como en la social y de potenciales nuevos negocios. No debemos de olvidar que “la vida es un continuo aprendizaje”.
Junio 2016