Cuando todos los días son domingo
Es realmente curioso que todo aquello que deseamos, llegado el momento, no nos produce la sensación placentera que esperábamos.
Desde pequeños deseamos ser mayores para tener la libertad de hacer esto o lo otro, durante la vida nos privamos hasta de lo más necesario para que nuestros hijos consigan esto o lo otro y durante la semana pensamos en cuándo será domingo para descansar.
Pues bien… ya estamos en domingo, pero mañana sigue siendo domingo y pasado también… y ¿ahora qué?
Cuando se valora realmente una cosa es cuando se pierde; y la libertad es lo más sagrado de todos los bienes que pueda poseer el ser humano.
Al día siguiente no habrá que ir a trabajar, no habrá que ir a estudiar, no habrá que salir a la calle porque en la calle está el peligro. Tendremos que continuar el domingo en la cueva de la esperanza rodeados únicamente de los nuestros… nuestro auténtico tesoro.
De pequeños, en nuestra inocencia, muchos pensamos que los ricos, reyes, curas, etc., eran seres escogidos, sobrenaturales, intocables… sin embargo vemos que la enfermedad nos hace a todos iguales y aflora sentimientos perdidos… podemos dar las gracias.
Si nos paramos a pensar, vemos que esta pandemia nos aporta más beneficios que desventajas.
Nos obliga a detenernos en la marcha irracional que hasta ahora vivimos haciéndonos ver que las carreras y prisas no son buenas.
Nos obliga a pensar y reflexionar.
Nos obliga a sentir y comunicarnos en familia, lo más importante.
Nos hace ver que a nuestro lado hay gente como la tuya, y que los chinos no son tan distintos de nosotros, también sienten, quieren y aman como nosotros; no son nuestros enemigos.
Nos hace ver que los sentimientos unen.
La naturaleza está recuperando su pulso.
A los animales que viven en el medio natural y los que nos acompañan no les afecta, por lo tanto, no sufren.
Nos reorganiza la vida y nos hace cuestionar el camino antes emprendido.
A partir de ahora, la vida tendrá más sentido y prioridad que la tecnología. La tecnología será un soporte clave para el desarrollo de la vida, y no al revés.
Y sobre todo valoraremos más todo aquello que implique sentir, la experiencia y humanidad de los mayores, la inquietud emprendedora de los jóvenes y la sonrisa de los niños.
Y sí… mañana vuelve a ser domingo… ¡¡¡qué bien!!!
Marzo 2020