12 de septiembre de 2018, ha llegado el día en el que hay que viajar a Zaragoza para participar en estas famosas Jornadas, en las que, desde hace diecisiete años, nos vamos reuniendo los afiliados a las asociaciones universitarias de mayores con el fin de tomar buena nota de lo que hacen otras asociaciones amigas para poder aplicarlo a las nuestras.
¡Cómo pasa el tiempo! Casi diríamos que acabamos de llegar de Oviedo, de las últimas Jornadas, y ya estamos en unas nuevas. Pero la realidad está en que ya ha transcurrido un año largo, por lo que se supone que el sentimiento de brevedad tendría que estar padeciéndolo los integrantes del equipo de personas que ha estado trabajando, muy duro, para lograr que todos sus anhelos se conviertan en realidad. ¡Muchas felicidades queridos compañeros!
¡Y hacia Zaragoza que nos vamos en el maravilloso AVE! Como no podría ser de otra forma, ya en la estación de RENFE nos empezamos a encontrar con los compañeros y las compañeras de distintas asociaciones con los que vamos a compartir viaje, pero con los que no podremos intercambiar todos los comentarios que nos gustaría porque cuando nos damos cuenta, estamos entrando por la estación de Zaragoza. Está visto que la modernidad está reñida con la convivencia. ¡Pero no vamos a quejarnos!
Una de las jornadas y actos más bonitos de este acontecimiento, es la ceremonia de inauguración. Nuestro colectivo deja asombrados siempre a los equipos directivos de las universidades y ayuntamientos en donde se han celebrado, ya que siempre llenamos. No se sabe a lo que estarán acostumbradas esas personas, pero nuestros compañeros universitarios no faltan a ningún acto. Siempre estamos ahí para apoyar un trabajo, aunque tengamos que someternos a más de 10 horas de viaje, como el caso de nuestros compañeros de Galicia que siempre son un ejemplo por la paciencia tan infinita que demuestran en sus “travesías” del territorio español. El cóctel que sigue a la apertura, es perfecto para comenzar a saludar, besar y abrazar a todos los amigos que hace tiempo que no vemos.
Los días 13 y 14 asistimos a unas cuantas conferencias y mesas redondas que la organización había preparado sobre temas universitarios, además de varios talleres que se celebran durante las tardes, y fuera del salón de actos, entre café y café, se puede seguir saludando a otros compañeros de distintas partes de España como Asturias, Castilla-León, Navarra, Madrid, Andalucía, Ceuta, Cataluña, Aragón, Galicia (los héroes). El milagro está, en que, después de vernos año tras año, nos debemos de conservar muy bien porque todos, unos y otros, no desaprovechamos el piropo.
Con la cena especial del día 14, las Jornadas llegan a su fin y al momento de la despedida, puesto que la jornada del sábado 15 se aprovechará, como es lo habitual, para hacer una visita turística de la zona, siendo en este caso, la elección del Monasterio de Veruela y la localidad de Tarazona.
Dejamos la maravillosa y calurosa Zaragoza y salimos de nuevo hacia la estación de tren: nuestro querido AVE nos espera. Volvemos satisfechos y muy ilusionados con la noticia de que las próximas Jornadas 2019, serán en Las Palmas de Gran Canaria. Compañeros canarios ¡contad con nosotros!
Calimera