El 13 de mayo y acompañados de 50 senderistas y nuestros dos guías, hemos realizado la última salida de este curso 22-23.
Ponte Ledesma, está situado a orillas de rio Ulla, el cual divide a las provincias de La Coruña y Pontevedra; estas dos están unidas por un puente de piedra, de origen romano y posteriormente reconstruido en época medieval, formando parte del Camino Real de Santiago de Compostela a Lugo.
Al principio del puente, se encuentra una pequeña capilla, llamada Iglesia del Carmen, aunque está dedicada a los santos, San Juan y San Ramón.
Al otro lado del puente, se encuentra un monolito que nos recuerda la batalla que tuvo lugar al principio del siglo XIX, de los vecinos del lugar contra las tropas francesas, durante la Guerra de Independencia en la cual los franceses sufrieron una gran derrota, teniéndose que retirarse hacia A Coruña.
Para pasar el puente, al unir las dos provincias, se tenía que pagar un portazgo (peaje en la actualidad), el cual se mantuvo hasta el siglo XIX, y hasta el año 2001 se circulaba por él.
Antes de abandonar la villa, nos dirigimos río arriba para visitar una serie de islotes en el medio del rio (que se denominan ínsuas), llamado Gres, que forman una Área Recreativa.
Desde ese punto, empezamos nuestra “andaina”, no perdiendo de vista el rio en ningún momento. El camino trascurre por unos parajes llenos de árboles autóctonos y de plantas aromáticas, lo cual nos hace el recorrido muy agradable, sin olvidarnos de los repechos que nos encontramos.
Transcurridos, aproximadamente 8 km, hicimos una parada en un islote del río, que se denomina Ínsua da Peregrina, debiendo su nombre a la iglesia parroquial, y que se encuentra en los ayuntamientos de Vila de Cruces y Touro.
También se le conoce como Remesquide, por estar al lado del puente sobre el Ulla.
Una vez todos reunidos y después de la caminata, nos sentamos a la mesa, para degustar lo que nos habían preparado, en buena armonía y acompañándonos de vez en cuando con alguna canción.
Finalizado el “xantar”, los guías nos llevaron a una Fervenza, llamada das Hortas entre los ayuntamientos de Arzúa y Touro.
La cascada también es conocida por la Fervenza de Santa Marta, es una de las cascadas más altas de Galicia, superando los 25 m.
Existe una leyenda que, desde lo alto de la cascada un mozo tiró a su novia porque estaba embarazada y ésta en su caída imploró a la Virgen: “Santa Marta me vaía” “Santa Marta me auxilie” y esta colocó un carballo para amortizar la caída y así poder salvarse.
Con este pequeño relato, damos por finalizado nuestras salidas de senderismo, sin los cuales muchos de nosotros no conoceríamos buena parte de la belleza que encierra nuestra Galicia.
Luisa Valeiro Domínguez
Vocalía de Senderismo ADAYEUS
Universidad Sénior A Coruña