Una buena prueba del interés y la inquietud que mueve, a los alumnos del Proyecto Universitario para Mayores de la Universidad de Oviedo, y por extensión a los miembros de la Asociación de Alumnos de PUMUO, es la gran acogida a las visitas organizadas por esta asociación a la Exposición “COVADONGA 722-2022: LAS HUELLAS Y LOS RELATOS” cuya realización encomendó el Gobierno del Principado de Asturias al Museo Arqueológico con motivo del cumplimiento de los 1300 años del acontecimiento. Los tres turnos completos de 15 personas, guiados por su comisario, Cesar García de Castro Valdés fueron insuficientes, algo inevitable, ya que, las reservas de otras organizaciones y grupos, superaron la capacidad que la exposición podía atender.
*Como la ocasión era propicia, decidimos completar la visita con la contemplación de los símbolos de autoridad de otros líderes asturianos de la antigüedad. Las últimas incorporaciones al Museo que además se exhiben juntas. La espectacular espada de Sobrefoz (Ponga, Edad del Bronce 1100 a C. descubierta en 1878 y extraviada hasta 1998 y donada en 2019) y los no menos impresionantes cascos de Ribadesella, (de broce, Edad de Hierro Siglo VII a. C d encontrados en 2020). Esta vez explicados por Ángel Villa, arqueólogo del Museo que organizo su exhibición.
Visitantes el día 22 de marzo
La exposición se plantea, en palabras de los comisarios (M.ª Antonia Pedregal y Cesar García de castro Valdés) como el reto de “desentrañar la compleja madeja enredada en torno al acontecimiento guerrero”, asomándonos a los testimonios materiales, de una época apasionante en la que las fuentes latinas y árabes dan cuenta de los acontecimientos.
El Objetivo , conocer cómo era la Península Ibérica hace trece siglos, trazar el retrato del lugar y del tiempo en que sucedió la batalla y despejar las cuestiones que conocemos sobre la figura de Pelayo.
De La Crónica de Alfonso III en sus tres versiones Ovetense, Rótense y Ablándense, así como de las crónicas árabes ( Fath al- Andalus– La conquista de al Andalus-s. XI ; Ajbar Maymua– Colección de tradiciones, s.XI; y la versión de Isa al Razi ) donde se reconoce a Pelayo como el ancestro de sus enemigos, los Beni Adfunsi , la derrota y sus funestas consecuencias para el estado omeya ibérico; obtenemos el siguiente relato
Casi probablemente en 718 tuvo lugar en las montañas de Asturias la rebelión de un desconocido Pelayo, soldado u oficial de la guardia personal (spatharius) de los últimos reyes godos Witiza y Rodrigo frente al gobernador omeya de la Península Ibérica Al-Hurr Ibn Abd al- Rahman al Tarik. Los motivos, fiscales al decidir Pelayo dejar de abonar los pagos de índole personal y territorial, derivados de la capitulación tras cinco años de sometimiento a la tributación omeya.
Cuatro años después en 722 el “tal” Pelayo –así se refiere a él la versión Albendense de La Crónica de Alfonso III– y un número indeterminado de combatientes se enfrentaron a un contingente de tropas cordobesas al mando de Alkama enviado por el nuevo gobernador Anbasa ibn Suhaym al-Kalbi con la intención de someterlos y llevarlos prisioneros a Córdoba. El Choque militar tuvo lugar en el monte Auseva, junto al nacimiento del rio Deva ,en el extremo occidental del macizo del Cornion al fondo del angosto valle , y el resultado favorable a Pelayo y los suyos, que persiguieron a los sobrevivientes por los puertos de montaña hasta Cosgaya en Cantabria donde fueron sepultados por un corrimiento de tierras probablemente provocado.
Tras la derrota, el Prefecto Munuza , un bereber asentado en Gijón emprendió la retirada hacia León, pero fue alcanzado y muerto en Proaza cuando se disponía a cruzar la cordillera. Quedaba pues despejado de ocupantes omeyas el territorio al norte de la cordillera cantábrica, y comenzó el reinado durante 19 años de un Pelayo independiente hasta los inicios de 737 en que suponemos fallece. Tuvo a los menos dos hijos con su mujer Gaudiosa, Favila que reino hasta el 739 en que murió y Ermesinda que caso con Alfonso hijo de Pedro “duque de los cántabros”.
Visitantes el día 23 de marzo
Como dato de interés , diremos que Pelayo poseía tierras en Tiñana (Siero ,zona central de Asturias), etimológicamente –ana- posesivo del latín , y Tinius ,Tennius , nombre, ed. tierra de Tinius, como se deduce de la donación de estas por parte del rey Alfonso III a la basílica de Iria Flavia en un documento del año 869 , donde hace saber que las había recibido de su antepasado Pelayo. Lo que no podemos saber es si estas tierras pertenecían a un patrimonio previo de Pelayo, lo que avalaría su posible origen asturiano, o si las adquirió tras su acceso al poder.
La interpretación de Covadonga primero, desde el siglo VII como el acta fundacional de del Reino de Asturias , y más tarde como el inicio de la tarea de recuperación territorial que culminaría con la toma de Granada en 1492, han rodeado el hecho de Covadonga de un ambiente oscuro y enrarecido, mayor a medida que el uso ideológico de la historia aumenta y se renueva y por parte de cada generación .
Dos son las corrientes actuales en la explicación del hecho , ambas enfrentadas y atrincheradas en sus posiciones
La de Claudio Sánchez Albornoz , institucionalista siguiendo la versión Rotense de La Crónica de Alfonso III con una visión Autoctonista- Astur del levantamiento que destierra todo protagonismo visigodo, a la que se suman los defensores de la historicidad del acontecimiento; otra de Abilio Barbero y Marcelo Vigil , indigenista, partidaria de explicar Covadonga como un hito de la actitud de intemporal e indómita rebeldía de los pueblos del Norte frente a todo poder ajeno, y los negadores de la historicidad del acontecimiento , para estos la reconquista no sería más que el avance territorial de los nuevos poderes aristocráticos surgidos en el seno de comunidades de aldea , lanzados a la búsqueda de rentas feudales más allá de los montes cantábricos.
La apropiación eclesiástica del lugar y el auge turístico provocado por la declaración de Parque Nacional y el desarrollo del montañismo , relegan aun casi imperceptible telón de fondo , el componente histórico de Covadonga
Por otro lado la fragmentación administrativa del Estado en Comunidades Autónomas hace que los gobiernos de cada comunidad se empeñen en sus respectivos procesos de formación de discursos ideológicos de orígenes y legitimidad basados en la exaltación de la diferencia y en la negación de la pertenencia a España como sujeto histórico común, poniendo en sordina cuantas iniciativas supongan reforzar los vínculos de la identidad española. Covadonga milita entre estos últimos y cotiza por tanto a la baja.
Esta desatención al mensaje nacionalizador ha provocado la revitalización por parte de la derecha nacionalista española del significado creado en el siglo XIX entorno a Pelayo y su victoria , un concepto medular y vector conductor de la Historia de España un discurso integrador donde todas las etnias del norte de España habrían tenido su lugar bajo el mando de Pelayo. En ello se mostraron unánimes en el siglo XIX todas las tendencias políticas desde carlistas a socialistas , moderados, progresista y republicanos.
Como consecuencia de ello Covadonga ha vuelto a ser piedra de discordia y manipulación.
Visitantes el día 5 de abril
Hasta aquí el recorrido por esta actividad, pero antes de finalizar quiero destacar que ésta, al igual que otras muchas que la Asociación promueve, incide muy positivamente en el desarrollo de los objetivos programáticos de PUMUO, La Formación y el Aprendizaje. La Formación del criterio propio de cada alumno dotándole de las armas necesarias para su desarrollo personal, y el Aprendizaje, actualizando sus conocimientos. Convirtiéndolos así en ciudadanos aún mejores. Así pues, la Universidad de mayores es EDUCACIÓN no Divulgación.
Luis Fumanal Fernández
Vocal de AUMA, Asociación de Alumnos Universidad de Mayores de Asturias
Universidad de Oviedo
*Para escribir este artículo, me he apoyado en el catálogo de la exposición “Covadonga 722-2022 Las Huellas y el Relato” en su capítulo “Covadonga 722. El acontecimiento en sí y su construcción historiográfica” de D. Cesar García de Castro Valdés, comisario de la exposición y guía de lujo en nuestras visitas.