Relato sobre el confinamiento
Buenos días: Nos habéis pedido que los que quisiéramos hiciéramos un relato acerca de nuestra experiencia en el confinamiento, pues bien, me pongo a ello y pienso que para hablar del confinamiento y de que podáis entenderme, tengo que remitirme a un periodo anterior del mismo.
Veréis: Un tiempo antes me estaba recuperando de una enfermedad de la que si no llegan los médicos a tiempo me hubiera muerto en dos meses, sí ya sé que suena fuerte y tétrico, pero era la realidad con la que me encontré, esto no lo digo por dar pena ¡qué lejos de este sentimiento! , sino para explicaros que me supuso un parón total en mi actividad profesional además con pocas o ninguna posibilidad de volver como la estaba desarrollando. Esta actividad consistía en estar casi todo el día trabajando. Trabajaba en un colegio y unas horas en otro, además, cómo seguía formándome pues me dediqué también a trabajar en otras actividades en la privada, pero como os he mencionado estaba en este proceso de recuperarme de una situación dura y difícil cuando se empieza a hablar del virus y a los pocos días el estado de emergencia y el confinamiento.
Podéis haceros una idea del golpe que me llevé, ¡pararme al 100%! Entré en barrena y lo peor es que no aceptaba nada de lo que me ocurría, estaba muy pero que muy cabreada por lo que me había tocado vivir, con el mundo y sobretodo conmigo misma por no poder tener física y psíquicamente posibilidades de remontar esta situación … ¡o eso creía yo!
Tratando de levantarme me apunté a AUDEMA, hice un curso para ir al Camino de Santiago, me apunté a senderismo, cosa que no llegaba a cumplir . En esas estaba cuando llegó el virus y ¡zas! el COVID 19 se lo lleva todo por delante y siento un nuevo cambio en mi vida, ¡ahora que estaba empezando a levantarme! Pero era distinto.
Os estaréis preguntando ¿por qué distinto, si está siendo duro y horrible? Con el sufrimiento y el dolor que este virus está haciéndonos, aislándonos de nuestros seres queridos, de nuestras actividades, perdiendo gente querida, destrozando la economía… ¿qué es lo que dice esta señora? Es lógico que penséis así, pero escuchad : mi realidad fue que encontré que la rabia por la frustración y soledad que sentía, (daros cuenta que mis amigos, mi familia…todos seguían haciendo la vida normal ,menos yo), pues me encontré que poco a poco la rabia empezó a desaparecer, vi cómo de pronto nos encontrábamos todos por igual (¡por Dios con esto no quiero decir que me alegré de la situación!), solo que sentí que estábamos todos en las misma situación ,eso hizo que me sintiera menos exigente conmigo misma, preocuparme más por otras cosas que no era yo, y comencé a conectar con las personas que conocía y que no hablaba con ellas porque estaban muy ocupadas en sus propias vidas. Empiezo a adaptarme a esta nueva situación en la que hay muchos momentos de angustia, de miedo, de incertidumbre, de desánimo, estar todo el día en casa…a esta situación personal uno el que tengo varias amigas, amigas, que son enfermeras y que de vez en cuando me iban contando cómo estaban viviendo esta situación. Una de mis amigas se encontró con el primer caso de COVID-19, (trabaja en gerontología) no se ha contagiado afortunadamente porque yo creo que ha estado nadando en tantas cargas víricas que el virus no hizo mella en ella. Me contaban cómo era un desatino el llegar, la desinfección, el ahogo con los EPI que lo llevaban todo el tiempo; dependiendo en el hospital en el que estaban había más recursos o menos batalla que tenían que librar continuamente, al igual que con las mascarillas, las manos despellejadas de lavarse tanto, del dolor de los enfermos….y luego llegar a su casa, agotadas, doloridas en cuerpo y alma, y estar conviviendo en la propia casa con bastantes medidas de seguridad para no contagiar… una locura que me hacía sentir que yo estaba bastante resguardadita en mi casa, con problemas relacionados con mirarme mi ombligo, y con poca solidaridad afectiva.
Yo creo que (esto por poner un ejemplo), sé el dolor de familias que han perdido a seres queridos padres, madres, abuelos y que no se han despedido de ellos… bueno ¿qué os puedo contar que no conozcáis? Todos estos sufrimientos e incertidumbres en las que andaba, descubro que ¡hay un Canal Senior! ; asociaciones varias como Caumas y Audema están haciendo actividades para todos los que quieran o se interesen en conocerlas y aprender; el ofrecimiento de las diversas lecturas de compañeros que mandan a través de Audema para hacernos más llevadero el confinamiento; lecturas sobre historia, arte, literatura…maravilloso todo porque me distraen y tengo horarios que mantener para asistir a las videoconferencias. Empiezo a sentir que puedo relacionarme con otra gente y compartir algo mis sentimientos y emociones, además de aprender cosas que no sabía y otras que ya no recordaba.
Claro que ha habido días y ratos muy malos, no ver a la familia, a mi nieto pequeño, el no trabajar, sin embargo me hacía mucho bien escuchar a la gente que presentaba las videoconferencias, los ponentes, la gente que hablaba y hacía preguntas…todo lo que ya he mencionado. Me han transmitido un AIRE DE VIDA, de ESPERANZA así es que mi agradecimiento profundo por la dedicación de estas personas en este tiempo de confinamiento.
Agradecida al confinamiento porque me ha permitido ver el corazón bueno de muchas personas y la fuerza vital que he encontrado en personas ya mayores, jubilados/as que están activos y viviendo con mucha implicación su vida actual y que me sirven como ejemplo. Me ha servido para bajar mis exigencias, reflexionar sobre lo que quiero para lo que me reste de vida y disfrutar más de lo que la vida me está ofreciendo.
Saludos
SAPHIRA
AUDEMA, Alcalá de Henares
Junio 2020