Ira del verano 2021
Este articulo va destinado a mi experiencia de este verano condicionada por la Covid-19
En estas fechas nos encontramos con una situación muy difícil, ya que llegado el verano todos tuvimos que renunciar a nuestras vacaciones estivales, pero resulta que en el 2021 la situación apenas cambió, en mi opinión era bastante similar.
Ha sido terrible para mi no poder moverme con libertad, con miedo a no poder desplazarme en avión en tren… en una palabra, en transporte público y siempre con nuestra amiga la mascarilla dichosa. ¿Cuándo llegará, el día en que saldremos sin ella?
Llegó un momento que La Ira, se apodero de mi ¿Sabemos la clase de emoción que es?, Es un sentimiento emocional de enfado muy grande. La ira es tan enrevesada y difícil, que muchas veces solemos perder los papeles, yo tengo que reconocer que un poco sí me paso eso, después de verme metida en casa, con la vida que habitualmente llevaba… mis vacaciones anuales de siempre, se me suspendieron, me daba cuenta de que eso ya no lo tenía, yo era consciente de que no debía dejar que la ira me invadiera, ya que amo la paz, la tolerancia… pero no, la rabia me llevó a entrar en una situación de enfado constante conmigo misma.
Claro, uno entra en ese ataque de ver lo mal que se está llevando todo, la gente no respeta las ordenes sanitarias, cada uno hace lo que le viene en gana, y es ahí cuando sientes ese malestar. Es algo que no puedes controlar, por eso el ser humano cuando ve las olas del mar que se embravecen, las lluvias que destrozan todo, los ríos desbordados y los montes convertidos en cenizas, se percata de lo trágico del cambio climático que hoy día nos está volviendo locos y nos preguntamos con indignación ¿por qué pasa esto?. Pienso que el hombre poco puede hacer frente a los fenómenos de la naturaleza, Y ahora ¿qué pasa con el Covid- 19? Pues que más o menos viene a ser lo mismo, no podemos hacer nada, sólo mantener la calma y la paciencia,procurando no entrar en ataques a nadie y apartarnos de ellos de ellos lo más rápidamente posible porque de ahí vienen las situaciones dramáticas y trágicas.
Muchas veces los humanos somos tan presas de la ira que perdemos todos los modales aunque lo más importante es no salirse nunca de nuestros papeles, pero sucede muchas veces que la ira puede más que nosotros. La paciencia se acaba, vas viendo que el verano va pasando y tú sigues más o menos metido en casa. Yo por ejemplo, no puedo soportar a esa juventud de botellones, lo mismo que las gentes apiñadas en las playas sin poder moverse, eso te produce un pánico que terminas medio tocado y vas viendo que esto no termina nunca.
Pensemos ahora que, con que está ocurriendo, tenemos una sensación tremenda de pánico, y que ésas no son las soluciones ni las formas, las cosas se tienen que pensar antes de hacer y ponerse ahora como energúmenos no nos llevaría a nada, es más bien cuestión de saber esperar a que puedan solucionarse con el tiempo, a que pase esta pandemia, para no convertirlas en emociones negativas, frustraciones y tristeza, ya que esas emociones no te dejan actuar ni pensar ni hacer. Tenemos que ser valientes para poder disfrutar el próximo año como hacíamos antes de todo este mal tan grande que ha cambiado el mundo, tenemos y debemos volver todos a nuestras raíces en todos los sentidos de la vida, tanto en vacaciones como en todos nuestros cursos venideros, debemos ir perdiendo ese miedo para volver a empezar a vivir a viajar como está mandado.
La ira, empieza con los temores y las frustraciones, tengamos presente que la paciencia y la tolerancia son valores que tienen que estar por encima de todo esto. ¡Esto no debe poder con nosotros
Eso sí, tener precaución toda.
Tenemos que conseguir de volver a nuestros felices veranos de playas, mar, montañas, familia y amigos.
¡Esto es verdad!
El secreto de una mujer
Es muy simple, nunca se rinde
Y eso me pasa a mi
Remedios Seijo
Vocal de la Junta Directiva de AUCTEMCOL
Coordinadora Exposiciones y Museos
Universidad UC3M – de Colmenarejo
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