Confederaciones, Federaciones y Asociaciones
ASOCIACIONISMO EN LOS PROGRAMAS UNIVERSITARIOS DE PERSONAS MAYORES

D. FELIPE MARTÍN MORENO.
Presidente de CAUMAS
Desde estas Organizaciones, que son Estructuras sociales diseñadas para lograr metas o leyes por medio de la gestión del talento y la experiencia, se pretende alcanzar fines y objetivos a través del conocimiento, valores y costumbres en un proceso de vinculación, socialización y concienciación cultural, moral y conductual.
Se pretende concienciar que a través de la palabra se piensa, se comunica, se reflexiona, se expresa, se opina.
A través de las conversaciones se establecen relaciones con el otro, se constituyen equipos, organizaciones, sociedades y proyectos.
La comunicación es una necesidad vital del hombre.
El ser humano adquiere conocimientos, desarrolla opiniones, gustos, habilidades, valora a los demás y a sí mismo a través de la interrelación con otros y por medio de la comunicación.
El descenso demográfico y el aumento de la esperanza de vida van a suponer un incremento porcentual de la población de personas mayores en la sociedad. Se vive más, el número de hijos disminuye y el envejecimiento de la población es un hecho indiscutible.
La sociedad y las nuevas generaciones se van a encontrar con que la bolsa de personas mayores sin actividad laboral se va a incrementar notablemente con respecto a la actual.
De ahí la necesidad del Asociacionismo en general y en particular el papel de las distintas asociaciones de alumnos mayores no deben restringirse al ámbito local, sino que éstas deben estar en contacto permanente con el resto de asociaciones del territorio estatal.
La creación de revistas en cada asociación en las que se muestren las inquietudes de los asociados y en las que se proporcione información acerca de la actividad universitaria, con una frecuencia de tres o cuatro números anuales y con la intención de hacerlas llegar al resto de asociaciones, es un buen camino. Ya dentro del ámbito local, los alumnos pretenden que las asociaciones formen parte activa en el diseño de los programas y que colaboren con la autoridad académica en cuantas actividades puedan interesar, no sólo a las propias asociaciones, sino también a la universidad.
Los alumnos también se muestran partidarios de que existan reuniones de coordinación entre programas y asociaciones que podrían estar dirigidos por los siguientes cuatro puntos: programación de objetivos, flujo de información, evaluación de la experiencia y revisión de los objetivos programados.
Otros de los cometidos que deberían tener las asociaciones son el mantenimiento de un contacto transparente y fluido con los asociados:
- Procurar que las apariciones de noticias en la prensa relativas a los estudios universitarios para mayores se incrementen y dejen de ser algo esporádico.
- Fomentar el voluntariado y que los propios alumnos acudan a otros centros de personas mayores a transmitir ideas e información.
- También en el área de educación y en la mejora del envejecimiento activo es donde las asociaciones, federaciones y Confederaciones universitarias de personas mayores deben jugar su papel.
Las Jornadas sobre Asociacionismo de los Programas Universitarios para Mayores han evolucionado en los últimos años en la misma medida en que se han consolidado los propios programas y la integración del mayor en la rutina universitaria.
Las primeras ediciones sirvieron principalmente como un proceso de asentamiento del asociacionismo, de su utilidad y sus intenciones. Las VI Jornadas, organizadas en la Universidad Pontificia de Salamanca, suponen ya una reflexión más profunda acerca de los objetivos de los programas.
Sin embargo, es en las VII Jornadas cuando los mayores plantean y definen con rotundidad cuál quieren que sea su papel, hacia donde quieren ir y cuál quiere que sea el camino a recorrer.
Se trata, pues, de proporcionar a las personas mayores herramientas, recursos y ayudas para obtener la mayor independencia posible en áreas como sanidad, movilidad, economía, educación, vivienda, …
Sobre la Formación permanente, hacemos una mención muy especial a lo que a día de hoy pasa por ser el mayor anhelo y la principal reivindicación de los alumnos de los programas universitarios de mayores.
En España, las dos únicas vías que las personas mayores pueden utilizar para cursar una carrera universitaria son la Universidad Nacional de Educación a Distancia y el Acceso para Mayores de 25 años y de 40 y pensamos que los programas universitarios de mayores deberían constituir una tercera vía, es decir, que un alumno que termine el correspondiente programa para mayores se pueda matricular en cualquier carrera de humanidades, con posibilidades de terminarla e incluso de hacer el doctorado.
Los programas universitarios de mayores deben por tanto estar encaminados no sólo a contribuir a un mejor envejecimiento activo, sino a tratar de proponer vías alternativas para resolver los problemas que se van a plantear en el futuro.
Significa esto que, dado que la mayoría de las sugerencias y reivindicaciones que se citan, sería deseable que la universidad mostrara una buena disposición para escuchar las voces de los alumnos mayores y sus Asociaciones tratando de atender esas demandas en la medida en que ello vaya siendo posible.
Felipe Martin Moreno
Presidente de CAUMAS
































































