Pequeño cuento que narro a mis nietas
ESTE ES UN PEQUEÑO CUENTO QUE NARRO A MIS NIETAS, CON CINCO PALABRAS QUE EMPIEZAN POR LA LETRA Z ENVIADAS POR ELLA MISMAS
- Olivia: Zapatear
- Marina: Zambullir
- Paula: Zapato
- Alicia: Zoológico
- Inés Zorro
- Abuela: Zarzuela y Zanahoria
Había una vez una finca en un pueblo llamado Torrelodones, bonita localidad de la comunidad de Madrid cerca de la Sierra del Guadarrama. Allí habían ido a pasar mis cinco nietas con su abuelita unos días, ¡les gustaba mucho!, y todos los veranos iban unos días ya que lo pasaban muy bien, estaban todas las primas juntas y contentas se contaban cuentos, hacían juegos, por las tardes hacían repostería, y salían a pasear por el bosque, a recoger moras, alguna noche dormían en tiendas de campaña en el jardín de su abuela. “Más bien pocas”
Un día, se les ocurrió ver las “Lagrimas de San Lorenzo” (Las Perseidas) y pidieron a la abuela dormir en el jardín, a la abuela que le cuesta negarles algo, la convencieron y así fue, pero ahí ya tuvieron un pequeño altercado PAULA no quería quitarse los ZAPATOS para dormir, eso era un problema ya que dentro de la tienda no sé puede dormir con los zapatos puestos, después de mucho luchar y convencerla, consigue quitarle los zapatos y que se quedara tranquila, a todo esto llega OLIVIA y se le ocurre que quiere bailar y ZAPATEAR un baile flamenco, y le dice la abuela ¡”Vamos a ver”! cómo vas a estas a estas horas bailando tú, – además flamenco- cosa que no sabes, te das cuenta que los vecinos duermen y van a llamar a la policía y nos pueden hacer sacar las tiendas, pero nada ella erre con erre que tenía que bailar, la abuela ya empezaba a desesperarse, “abuela es que lo aprendí esta tarde”, he dicho que no, -¡aunque lo aprendieras hace diez años!-pero nada ella seguía bailando, y la abuela venga a decir todas a dormir, pero cuando es su enorme sorpresa que siente un ruido y ve a MARINA ZAMBULLIRSE en el agua de la piscina, entraba y salía como una locuela, con una cola de sirena de color rosa que tiene, parecía a aquellas horas la Reina de la Piscina, la abuela quería morirse, era imposible hacerse con aquellas cinco niñas descontroladas de alegría totalmente. No quería gritar, pero los nervios le salían por todos los poros del cuerpo, se sienta unos minutos para comerse un pedazo de ZANAHORIA, pero no terminaba ahí la cosa, cuando siente gritar a INÉS la más pequeña, – ¡abuela! – corre, corre que tenemos un ZORRO dentro de casa, y le dice ¿pero tú qué dices?, si, lo acabo de ver pasar como un loco, ¡tengo miedo!, que hacemos abuela, y dice ALICIA, no tengas miedo que estamos en el ZOOLOGICO, ¿Alicia es que estas soñando? dice Inés, ¿no estamos en el zoológico? Alicia estamos en casa de la abuelita durmiendo en tiendas de campaña en el jardín, no ves que queríamos ver las “Lagrimas de San Lorenzo” y por eso nos quedamos aquí, y no las veremos hasta las 5 de la madrugada. y a todo esto Paula se pone a cantar un fragmento de la ZARZUELA “La Verbena de la Paloma, Olivia que se despierta la escucha coge la guitarra y allí todas hasta las 5 de la madrugada mientras esperábamos “Las Lágrimas de San Lorenzo, cantando “Donde vas con mantón de Manila” La abuela ya no se quería morir, quería desaparecer, pero al final consiguieron ver caer las Lágrimas eran las 5 de la madrugada que cosa tan bonita, fue una noche mágica, inolvidable.
Inolvidable y llena de amor con las cinco princesas, de un cuento
A todo esto, los vecinos estaban que trinaban, decían que se callarán, pero amigos en la vida tenemos que saber esperar porque todo llega, a la abuela se lo pusieron facilísimo, les dice moraleja: Queridos vecinos tanto los de la izquierda como los de la derecha ¿qué pasa? se han olvidado que aquí parece que vivimos en Perrolandria todas las noches los ladridos de sus perros a mí no me dejan dormir y ahora vienen a decirnos que no hagamos ruido, den Gracias a Dios que no llamemos a San Lorenzo para no pasar muchas noches como esta.
Así que colorín colorado esto cuento se ha terminado,
Moraleja: el que con niños se acuesta, por la mañana tiene que darles el desayuno…
Yo decido cómo es mi película.
Cada persona somos un personaje en la película de nuestra vida.
Yo decido quién es la estrella y a quien pongo de extras.
Niñas lo que pasa en casa de la abuela solo lo sabemos nosotras…
Remedios Seijo
Socia de número
Auctemcol, Universidad Carlos III, campus Colmenarejo