El anfitrión
Relato sobre la manera de recibir en casa, ser el anfitrión de tu propia comida, cena, amigos o familia
El anfitrión es una persona que por el motivo que sea decide hacer una invitación, bien sea de amigos, familiar o algún compromiso que se le presente, hoy día es muy frecuente hacerlo fuera de casa, pero reconozcamos, como queda en casa de uno no tiene nada que ver, es más íntimo y acogedor a mi particularmente me gusta mucho más, aunque reconozco que da trabajo, pero luego si todo sale bien la satisfacción es tan grande que compensa todo ese trabajo que tuviste y que hiciste con tanto esmero.
El anfitrión tiene la obligación de saber atender a todos sus invitados de la mejor manera posible, ser un excelente anfitrión no es nada fácil, requiere un montón de cosas, debes dominar como recibir, presentar a los invitados y por supuesto despedirlos, estas son unas de las reglas importantísimas y básicas, recibir implica mucha naturalidad y por supuesto el que organiza es el que tiene que recibir en la puerta a sus invitados y procurar crear un ambiente agradable para que todos se sientan muy a gusto, debes estar toda la comida pendiente de que todo salga bien, pero sin que se te note, sacar importancia a cierta clase de conversaciones ya que muchas veces la gente toma una copita de más y suelen ponerse pesados, yo tengo una norma en mis reuniones, jamás se suele hablar de política ni religión, son temas tan delicados y cada cual tiene sus ideas que además nadie se las vamos a cambiar que no vale la pena arruinar una gran noche por algo que no va a terminar en nada, reconozco que no es fácil y se tiene que tener mucha mano izquierda, pero para eso tenemos al anfitrión que es ahí donde está su gran cometido, luego nos llega la hora de la despedida el anfitrión debe tener serenidad y por supuesto nunca dar sensación de prisa, aunque ya estés cansadísimo pero una vez que entraste en esa vorágine tienes que llegar al final como un campeón, ¡ se decide despedirse!, la despedida será breve, se le acompaña a la puerta abriéndola y cerrándola y nunca dejar que la cierre el invitado, le daremos las gracias por venir, estas son unas reglas mínimas para una cena que no sea protocolaria, simplemente de amigos familia o algún motivo de compromiso que muchas veces se presenta.
A mí me gusta empezar con bastante antelación esta clase de cenas lo primero son las invitaciones hoy día es muy fácil pues aquello de la cartulina como que quedo un poco anticuado hoy lo normal es el teléfono lo más práctico, aunque para mí lo mejor es el WhatsApp abres un chat y pones a quien quieres invitar, un consejo que doy lo máximo para invitar en una casa deben ser ocho o diez personas máximo, a partir de ahí ya es difícil y complicado, ya que no dispones de vajillas suficientes e infinidad de cosas lo ideal son seis u ocho, también hacer cena para más no es tan fácil.
Empezamos por ejemplo por decoración de la mesa, es una de las cosas que más me gusta, y le suelo darle mucha importancia una buena mesa lo dice todo y te puede perdonar muchas cosas el mantel siempre debe estar impecable y la vajilla sea como sea muy limpia y muy bien colocada junto con la cubertería y cristalería, todos esos elementos aunque no sean de primera calidad serán muy limpios y bien colocados, por supuesto un adorno en la mesa que puede ser poner cualquier figurita y siempre unas flores aunque sean una cosa pequeña una simple planta que tengamos por casa, lo importante es ponerla con gusto y tirando a baja ya que si lo ponemos muy alto quita visibilidad al de enfrente
Una de las cosas que también es primordial son los aperitivos, ellos dan lugar para ir esperando a los invitados más rezagados. Y esperar así a todos. Se les puede recibir con una copa de cava eso queda muy bien, pero bueno eso ya es cosa de cada uno.
Pasamos al menú una de las cosas más importantes ya que debemos elegirlo con mucho esmero y cariño, elegiremos según la estación del año, no es lo mismo un menú en invierno que en verano, los vinos otro capítulo muy interesante procurando que siempre tengan su maridaje con lo que ofrecemos de cena y para terminar los postres, ahí siempre debemos de poner un vino generoso como un Pedro Ximénez para terminar lo haremos con esa bebida burbujeante bien fría brindando con una buena copa de cava
Y finalmente con los cafés e infusiones y por supuesto unas copas. Por cierto, no olvidaremos poner unas pastitas para el café.
Otra cosa que no debemos olvidar y a mí también me gusta mucho es poner el nombre de cada comensal en la mesa donde deben sentarse, porque no hay peor cosa que estar pensando donde te sientas. Y preguntando ¡yo donde me siento!, no así cada cual ya va directamente a su sitio, tenemos que procurar que todos queden más o menos con las personas más afines.
Debemos reconocer que organizar una fiesta en casa lleva su tiempo y un presupuesto, si lo hacemos con tiempo se puede hacer bien de precio ya que hoy día tenemos muchas cosas para hacer, al final de todo, que agradable es el estar todos reunidos, ya que cada vez estamos menos juntos y con la vida que llevamos a toda prisa parece que dejamos pasar el tiempo sin pensar que tenemos cosas pequeñas tan importantes que forman parte de nuestra vida y disfrutamos entre todos nosotros,
Por último, nunca debemos olvidar un pequeño obsequio al final de la cena porque, aunque parezca una tontería siempre quedas fenomenal, aunque sea un paquetito de caramelos bien envuelto y dándolo con gracia dejas al comensal con ese sabor de haberlo pasado tan bien que estará esperando que le vuelvas a invitar, veréis que gratificante es ser un buen anfitrión, que me figuro que lo somos todos. Cuando tenemos ganas de invitar. A nuestros amigos y familia, ¡No hay cosa más bonita que una reunión alrededor de una buena mesa!
Hoy me despido con una gran sonrisa por qué.
Entre vuestra sonrisa y la mía,
Elijo la vuestra;
¡Porqué vuestra sonrisa, provoca la mía…!
Remedios Seijo
Vocal de la Junta Directiva de AUCTEMCOL Coordinadora Exposiciones y museos Universidad UC3M – de Colmenarejo