El nuevo baile que nos trae la pandemia a los Universitarios Mayores
Los universitarios jóvenes y más los mayores se enfrentan a las marejadas que van y vienen con olas de un virus que azotan nuestro modo de vida, transforman el paisaje urbano y nos convierten en testigo del período pasado que fue, de un curso anterior detenido, tan cercano y tan remoto a un tiempo, hoy, suspendidos en sí mismo, encerrados en una esfera de cristal.
El presente es una aparición efímera, irreal para nuestro entendimiento, algo que se deshace apenas se toca. Los universitarios y la sociedad de mente abierta hemos aprendido en la fugacidad de las cosas, que la vida es un espectáculo unas veces animado y otras indescifrable, que el virus es un péndulo que nos pasa de un lado a otro, con la suerte que no contamina la conciencia fresca de la creatividad y la espontaneidad del ingenio.
La condición de sobrevivir está en nuestra verdadera naturaleza, podemos escapar del precipicio que nos arrastra la pandemia, los universitarios mayores del Aula Permanente (APFA) de la universidad de Granada, revelan sus yo ilusiónate, el apego al mundo, despiertan la inquietud de aprender las nuevas tecnologías, los jóvenes lo llevan en el ADN desde que nacieron, pero los que peinamos algunas canas, jubilados, hombres y mujeres mayores que combaten su soledad impuesta, sorprenden a muchos su capacidad de adaptación y aprendizaje, no exenta de su dosis de rebeldía para integrarse en el nuevo universo digital que ha forzado el virus: las redes sociales (Wasaps, Facebook, Instagram…), clases online, visitas virtuales a museos, monumentos en la ciudad…
Un nuevo baile en un mundo distinto ha creado un estilo de vida diferente que por un lado avanzamos pasos y en ocasiones retrocedemos algunos. En realidad, se ha disipado la efusiva sociabilidad (abrazos choques de manos, besos…), el encuentro en los pasillos bulliciosos de la Universidad, la amistad y compañerismo tejidos en las horas en las aulas y en los días de viajes con la asociación de estudiantes, en definitiva, nos ha adormecido la seducción de vivir en plenitud una segunda vida como jóvenes maduros universitarios sin embargo progresamos en las dificultades, mayores con un poder interior curtido por los años, irreductibles al desánimo, luchan por la defensa de la permanencia del Aula de Mayores en Andalucía, cada tarde sus rostros sin mascarillas se iluminan en la pantalla del ordenador compartiendo una clase online, se animan a salir a la calle con sus lápices y papel a pintar las calles de Granada, se calan sus zapatillas de deporte y recorren en grupos reducidos los entornos de la ciudad, se manifiestan con sus opiniones en las redes sociales, cuelgan emoticones de risas, corazones, el pulgar levantado con el ok.
Estudiantes mayores que viven despiertos, que no se resignan y se amoldan con su fuerza vital a seguir el ritmo de los tiempos que nos ha tocado vivir frente a una pandemia sin frontera
Rafael Reche Silva,
alumno del APFA y miembro de la JD de la Asociación de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.