Sabías que ...
Si bajamos por la calle Toledo, después de dejar el Rastro a un lado, nos encontramos ese charco alargado de unos 90 kilómetros que nace en las laderas de Guarramillas, justo en el ventisquero de la Condesa, se pasea por Madrid y desemboca serpenteando cerca de Arganda del Rey en el río Jarama.
Efectivamente, hablamos del río Manzanares. “Felipeaba” el año 1581 cuando el ingeniero Juan Bautista Antonelli- el mismo que reconstruyó el castillo de Peñíscola- le propone a Felipe II la canalización del río Tajo hasta Lisboa, y así convertir Toledo en el puerto de Madrid. Varias esclusas darían más caudal a los ríos Manzanares y Jarama para llegar al mismísimo puente de Toledo. El proyecto no se llevó a cabo.
Es aquí donde estamos y desde donde comenzamos este paseo, aunque sea virtual. Fue D. Francisco de Salcedo y Aguirre, Marqués de Vadillo y corregidor de la ciudad, quien a instancia de Felipe V manda construir a Pedro de Ribera este magnífico puente entre 1719 y 1732. Unas esculturas de San isidro y Santa María de la Cabeza, realizadas por Juan Ron decoran el conjunto, considerado monumento nacional en 1956.
Seguimos contra corriente por la vereda del río, y en seguido nos encontramos con los restos del estadio Manzanares, un lugar de desahogo que fue para los amantes del Atlético de Madrid. Muy cerquita, está el puente de Segovia, una obra de Juan de Herrera -el mismo que construyó el Monasterio del Escorial- y que terminó en 1598 coincidiendo con la muerte de Felipe II.
Mas moderno es el puente del Rey, que da entrada a la Casa de Campo, aquellos jardines que habían pertenecido a la familia Vargas y Felipe II compró de un “plumazo”.
Junto a la ermita de San Antonio de la Florida, además de los frescos de Goya tenemos enfrente un puente de gran belleza, es el de la Reina Victoria Eugenia. Fue realizado por el arquitecto Martínez Zapata, de la escuela de Chicago, simbolizando muy bien a Madrid pues tiene varios osos que abrazan con ternura a unas farolas.
A pocos metros está el puente de los franceses, llamado así por la compañía francesa que lo construyó, es un viaducto que se hizo para unir Aravaca con Madrid.
Mas adelante y un poco escondido está el puente de San Fernando, mandado construir por Fernando VI, está en el camino al Pardo. Regresamos y me quedo mirando la Puerta de Hierro, que nunca fue puerta ni está ubicada en su lugar inicial, solo fue un cerramiento para separar Madrid del Pardo. Lo mandó construir Fernando VI a Francisco Moradillo y lo atravesó José Bonaparte el 17 de marzo de 1815 rodeado de una gran escolta cuando dejaba Madrid. Fue un rey con buenas intenciones, pero con un pecado original que la historia no le perdonó: jurar la monarquía en Bayona.
Como empiezo a tener hambre me acercaré a casa Mingo junto a San Antonio de la Florida para comerme un “pollito a la sidra” y un “taquito” de cabrales. Siempre que voy por allí oigo en el ambiente una musiquilla de Lilian de Celis cuando cantaba el chotis “Rosa de Madrid “

Nacida en el Madrid de la Bombilla, d´Embajadoress y de la caaava …,
Era ADAMUC mi pasión, mi vida,
Era el mundo entero..
Pedro Domingo Olle.
Socio de ADAMUC (Asociación de Alumnos Mayores de la Universidad Complutense).





























































