La Universidad de los Séniors Boomers del Siglo XXI

D. ENRIQUE POZÓN LOBATO.
Catedrático (jubilado)
Doctor en Ciencias de la Educación. Doctor en Derecho. Doctor en Ciencias de la Educación. Doctor en Veterinaria. Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes.
REFLEXIÓN Y CRÍTICA
“La persona es una biografía en constante evolución desde que nace hasta que muere. Es un viaje, siempre provisional, siempre cambiante, en busca de una vida plena y activa. Si el envejecimiento no es un proceso estático ni homogéneo, podemos entender las relaciones entre el envejecimiento y la educación como un proceso constructivo, tendente a lograr la mejora de las capacidades y habilidades disponibles en cada momento, tratando de sacar el máximo de las potencialidades cognitivas, físicas, emocionales o relacionales de cada persona. Esto implica mejorar la percepción de la persona, de su propio proceso de envejecer. En ese sentido promover una educación para el envejecimiento es importante para no mantener de forma indefinida y artificial una cultura social de la permanente juventud”.
“La sociedad del futuro será la del conocimiento. Primara la persona instruida, preparada para afrontar los cambios y reciclarse de forma continua. Este reto rompe las barreras convencionales que hasta ahora existen en la educación, lo que obliga a formular políticas activas de formación de capital humano y de bienestar psicológico y social de los individuos”
“Las personas mayores capaces de protagonizar un nuevo perfil, será la generación nacida en la década de los años 60 del siglo XX, plenamente escolarizada, que invento la cultura de la juventud en su momento, y la nueva cultura adulta, con el cambio al siglo XXI. Y que cuando alcance el predominio político por razón de su superioridad numérica inventara la futura cultura del “nuevo envejecimiento”
“Las personas mayores son personas antes que mayores y su experiencia debe facilitar su participación plena en el mercado laboral en puestos de trabajo de calidad”
DEMOGRAFÍA, SÉNIORS BOOMERS Y UNIVERSIDAD
Según los datos que arrojan las ‘Proyecciones de Población 2016–2066’ del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de población de 65 años o más que se sitúa actualmente en el 18,7%, pasaría a ser del 25,6%, en 2031 (una de cada cuatro personas), y del 34,6%, en 2066 (una de cada tres). Ello significa que dentro de 15 años, en España residirán 11,7 millones de personas mayores de 64 años, tres millones más que en la actualidad. Y esta cifra se incrementaría hasta 14,2 millones de personas en 50 años.
Centrando nuestra atención en la Universidad, esta institución no puede excluir un colectivo tan importante, tanto por su creciente magnitud como por sus potenciales posibilidades de desarrollo. Es un reto ineludible para que no sea sólo un entretenimiento o un beneficio para la salud física y mental de los alumnos, sino un verdadero motor económico, cultural y social que prepare a una sociedad con un alto porcentaje de personas mayores.
LOS SÉNIORS BOOMERS Y LA LABOR EDUCATIVA DE LA UNIVERSIDAD
En la práctica la labor educadora de la Universidad, debe ser conducida de manera activa, participativa, y no solo como un servicio social, alternándose las exposiciones magistrales, con los coloquios y acciones de grupo, facilitando el debate entre profesores y alumnos, manejando sus propias experiencias profesionales y sociales, así como sus necesidades e intereses, con espíritu crítico y reflexivo
Las personas mayores configuran un tipo de alumnos que debido a diferencias individuales, motivadas por el contexto, historia, conocimientos, profesión, nivel de educación etc. , no tienen un único patrón de déficit intelectual. Ello exige una diversidad del “currículum”, que permita a la Universidad atender la demanda de las personas mayores, a medio o largo plazo. Consecuentemente, se impone la apertura de la Universidad con una doble finalidad: dar contestación a la diversidad de demanda de la gente mayor, con un amplio abanico de posibilidades: y que estos programas sean de utilidad a las personas mayores, profesionales, para completar su formación y reciclar sus conocimientos, ayudándoles a mantenerse en el mundo laboral.
LOS SÉNIORS BOOMERS Y LOS PROGRAMAS UNIVERSITARIOS
Los Programas Universitarios para Personas Mayores, se pusieron en marcha hace 20 años, afrontando una tendencia de crecimiento que se ha agudizado en la última década en la que la incorporación de alumnos mayores de 55 años a la Universidad, ha aumentado en más de un 50%. Vendrá marcada por la incorporación de los “séniors boomers”, como consecuencia del crecimiento de las tasas de natalidad en España entre 1958 a 1977, fenómeno que se denomino “baby boom”. Nacieron casi 14 millones de niños, (650.000 anuales); 2,5 millones más que en los veinte años anteriores; y 4,5 millones más que en los veinte años siguientes. De acuerdo con esa definición, los baby boomers españoles alcanzaran la edad de 65 años – séniors boomers – a partir de 2023/2024, e irá aumentando progresivamente desde esa fecha hasta 2044 aproximadamente.
PERFIL DE LOS SÉNIORS BOOMERS
En las próximas décadas, los adultos de más de 50 años y los mayores de 65, tendrán un perfil distinto al actual tanto en niveles educativos, profesionales, económicos y de estatus social, con nuevas mentalidades, con otros enfoques, formas de pensar y de estar en la sociedad.
Por tanto el perfil de los séniors boomers, que se jubilarán en los próximos 10 o 15 años, tiene poco que ver con lo que hoy entendemos como personas mayores. Son generaciones con más nivel de estudios, ya que las generaciones que hoy están en torno a los 40 – 45 años han dispuesto de unos estudios medios y superiores, viviendo la enseñanza para todos y en donde la mujer ha tenido acceso a estudios técnicos y superiores en igualdad de condiciones, siendo unos mayores mas formados con más opciones de ocio para su tiempo desocupado ; han viajado mucho más; han vivido el cambio a la sociedad de la información, integrando Internet en su día a día; y las modificaciones en las estructuras familiares, entre ellas, el incremento progresivo de nuevos modelos y la presencia masiva de la mujer en los medios externos a la familia, compaginado la vida familiar y laboral, lo que configura un marco cotidiano con condiciones distintas a las anteriores generaciones. Vivirán en una sociedad que experimenta cambios en múltiples esferas, tales como las modificaciones de los sistemas de producción; la globalización; la apropiación de nuevas tecnologías; los roles a desempeñar en una sociedad del conocimiento; automatización; robotización; avances en los medios de comunicación; sociedad de más riesgos etc.
Todo ello lleva consigo la necesidad de unos planteamientos innovadores de adaptación, por lo que la persona mayor debe ser el inicio de un nuevo proyecto. No es volver a empezar, pero si de vivir una nueva realidad, con nuevas posibilidades de crecimiento, con nuevas cosas con las que dar contenido a lo que se ha sido a lo largo de la vida.
Esto supone expectativas diferentes de cara a las últimas etapas de la vida, que además serán mucho más largas, demandando experiencias sociales y actividades, fórmulas para seguir aprendiendo y una aspiración de independencia aún mayor. También se enfrentará el deseo de retirarse con la necesidad de seguir trabajando
(CONTINUARÁ).